Olivia.-
Nuevamente me llevaron a la sala de visitas, Laura y Todd me esperaban, no traían muy buena cara y eso me preocupaba.
— ¿Cómo estás? –Es lo primero que pregunta mi hermana, seguramente al ver mis ojos rojos por haber llorado, no pienso decirle que Damián estuvo aquí, saldría corriendo para matarlo, lo sé –fui a la lectura del testamento–. su expresión se endurece –el señor Owen nos incluyó.
— ¿Nos? ¿A ti también? –pregunté incrédula.
— Sí, intenté decirle al abogado que no quería nada, que formaría cualquier cosa, pero… no tuve otra opción que aceptar la última voluntad del señor Owen –comenta entre una mezcla de enojo y resignación.
— ¿Cómo reaccionó Alex? –Se encogió de hombros un destello de tristeza apareció en su mirada, nunca vi a Laura entristecerse por un hombre y no dejo de sentirme culpable al arrastrarla a este mundo de los Lennox.
— Lo siento –murmuré con vergüenza.
— No te preocupes ¿Cómo te has sentido?
— He sentido sus primeras patadas, es lo único que