Un susto que terminó en tragedia.
La mañana siguiente, Ethan despertó sobresaltado. No recordó cuando se quedó dormido. Aún aletargado por el cansancio buscó su móvil entre las sábanas. Lo tomó y vio la hora. Había prometido que estaría temprano, a primera hora en el hospital para apoyar a Juliette y ya era un poco tarde. Apenas tenía tiempo exacto para alistarse y pasar a ver a Oliver y sí, a Jazmín también.
Se vistió a toda prisa, y antes de salir pasó por la habitación de su hijo. Entró a la recámara, se acercó a la cuna y contempló a Oliver quien dormía plácidamente. Mas, la ausencia de Jazmín lo desconcertó por un instante. Frunció el ceño, preguntándose adónde podría estar. Quizás aún no se había levantado, pensó en ir a su dormitorio, pero le quedaba poco tiempo para detenerse en aquello. Cerró la puerta con suavidad, bajó las escaleras precipitadamente y salió de la mansión a toda velocidad.
Media hora después ya estaba en el hospital. Caminó hacia la sala de espera, dando pasos largos, pero no halló a J