Punto de vista Maximiliano
Aparque mi auto frente a la mansión para que uno de los conductores lo llevara a su lugar, Madison estaba a mi lado, con su piel bronceada por los días al lado del mar, llevaba unas gafas oscuras, un top que solamente cubría sus senos y un vaquero descaderado y su cabello recogido en una moña alta se veía espectacular, se estaba relajando demasiado.
—Ya en casa preciosa—Me acerqué y le di un beso apasionado, ella se colgó en mi cuello y me lo correspondió.
—Si mi amor, ya en casita, aunque me hubiera encantado quedarme un par de días más en la playa, la estábamos pasando tan bien—Se colgó en mi cuello y me beso apasionada, enredando su lengua con la mía.
Sin embargo, sus palabras me hicieron sentir fatal, tal vez era un poco egoísta en no ofrecerle una luna de miel de inmediato, pero había pasado por alto ese pequeño detalle, todo había sido tan improvisado.
—Prometo que en tres semanas nos iremos a una isla paradisiaca, y nos quedaremos los días que tú qu