Mientras observa a Marina con ojos incrédulos, Rodrigo asiente, con la mirada pesada.
—Aparentemente, ella planeó todo con Xavier. Pero las cosas se salieron de control. Ahora tendrá que enfrentar las consecuencias.
Mientras tanto, Joana sigue protestando; su orgullo herido se vuelve más evidente que nunca.
—¡Están cometiendo un error! ¡Soy inocente! —clama, con la voz resonando por el pasillo.
Marina observa la escena, su corazón dividido entre el alivio de saber que se hacía justicia y la tristeza de ver lo que la ambición y el odio habían hecho con aquella familia. Valentina aprieta suavemente su mano, ofreciéndole un apoyo silencioso.
—Señora Joana Ferraz, queda detenida bajo la acusación de ser la autora intelectual del intento de asesinato contra Victor Ferraz —anuncia uno de los policías, con voz firme y autoritaria. —Tiene derecho a permanecer en silencio. Todo lo que diga podrá y será usado en su contra en un tribunal.
—¡Esto es un absurdo! —protesta ella, temblando de rabia.