Mientras esperan el vuelo en el aeropuerto, Marina siente un nudo en el estómago al recordar que es la primera vez que viajará en avión. La idea de enfrentar esa experiencia sola la pone aún más ansiosa, especialmente sabiendo que no puede contar con Víctor para ningún tipo de apoyo.

Sentada a su lado, esperando el embarque, intenta concentrarse en otra cosa, pero su nerviosismo es evidente.

Víctor, por su parte, observa con atención la maleta que lleva Marina. Examina cada detalle con interés. Parece una maleta de marca, pero algo no le cuadra. Deduce que no es más que una imitación bien hecha, ya que cree que Marina no tendría los medios para comprar una original… salvo que…

Esa línea de pensamiento lo incomoda más de lo que quisiera admitir. La idea de cómo pudo haber conseguido esa maleta le provoca una incomodidad silenciosa pero persistente.

— Ya vuelvo — dice, levantándose bruscamente y caminando hacia la cafetería del aeropuerto. Pide un café y se sienta en uno de los bancos j