Deyanira, después de la visita que ella le hizo a Manuel, se siente nerviosa porque vio el cambio del semblante del hombre, su rostro se tornó colorado y de repente se puso pálido y al salir alcanzó a escuchar a la joven que la atendió, gritaba aterrada.
Nerviosa, se puso a trabajar y quedó perpleja cuando la puerta de su oficina se abrió de par en par, dejando ver a un hombre furioso.
Y después de que él le lanzó un sinnúmero de amenazas, que sabe que cumplirá cabalmente, y fue ahí donde comprendió que había cometido un terrible error.
Deyanira quedó aterrada de saber que su visita a la casa del señor Manuel había traído, como consecuencias nefastas, una hospitalización y le aterra que muera y Gabriel la culpe de ese incidente. Si a ese viejo le llega a pasar algo, ella saldría de ese lugar con las peores referencias laborales y hasta cárcel podría llevar. Y lo peor de todo el trabajo que llevaba años haciendo se verían arruinados por su imprudencia.
Quedó con los ojos muy abiertos y