—Pareces no tolerar a tu rival —murmuró Lucas, entrando en la oficina con una carpeta en la mano y una sonrisa divertida en el rostro. Dejó el expediente sobre el escritorio de Demian con toda la intención de provocar.
Demian ni se molestó en mirarlo. Sus ojos seguían fijos en el cristal que separaba su oficina del área común.
—No es mi rival —respondió seco, sin apartar la vista—. Simplemente es el ex de mi esposa.
Lucas soltó una leve carcajada mientras cruzaba los brazos.
—¿Estás seguro? Porque, sinceramente, yo lo veo muy interesado en ella... y demasiado confiado para ser "simplemente" un ex.
Demian giró la cabeza lentamente y le dedicó una de esas miradas frías, capaces de congelar hasta al más valiente.
Lucas, lejos de asustarse, soltó una carcajada abierta, disfrutando del momento.
—No es posible... —soltó entre risas—. ¡Estás celoso! ¡El gran Demian Thompson, celoso como cualquier simple mortal!
—No lo estoy —respondió cortante, con la mandíbula apretada y un brillo peligroso