Aún me negaba a creer sus palabras.
—Alice, creo que la que no se ha dado cuenta de que ya perdió su oportunidad con él eres tú —alcé una ceja—. Como tú misma dices, lamento tener que decírtelo.
Reuní mi valor, le lancé una mirada fría y después me giré, caminando hacia otra zona del hospital para esperar a Gérard.
¿Será que Gérard todavía siente algo por Alice?
—¿Juliette, eres tú? —escuché una voz a mis espaldas.
Me quedé perpleja al ver a la persona frente a mí.
—Kalet, no lo puedo creer, ¿en serio eres tú? Han pasado tantos años desde la última vez que te vi.
—Es verdad, Juliette, soy yo. Regresé hace poco a Francia; estoy estudiando medicina y quiero terminar mis estudios aquí, en París.
—Sin duda serás un excelente médico; supongo que ya estás por terminar la carrera.
—Así es, en unos meses haré mi internado en este hospital; sabes que es uno de los mejores de Europa. Después, postularé para estudiar mi especialidad.
—Eso es increíble, Kalet. Cuando Chloé se entere de que volvis