Capítulo 34: Cobrando deudas...
Joaquín
—Muero de ganas por hacer esto —susurré, y mi voz salió más ronca de lo que esperaba.
No podía ocultar la necesidad que vibraba en cada palabra.
Camila tartamudeó algo, apenas un susurro, como si intentara ganar tiempo o encontrar una salida a lo que estaba a punto de suceder.
Pero ella no quería reconocer que ahora, nada me impediría hacerla mía.
—¿Qué...? —empezó a decir, pero no iba a esperar más.
No iba a darle tiempo para pensar, para razonar lo que ambos estábamos sintiendo.
Me incliné y la besé, con una intensidad que podía quemar.
El contacto de sus labios contra los míos fue como encender una chispa en una habitación llena de gasolina. Todo a nuestro alrededor desapareció. El mundo entero pareció detenerse, y solo existía el calor de su boca, el sabor dulce de sus labios que había imaginado mil veces, y ahora era real.
Ella se rindió al instante, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello y tirando de mí, intentando fundirse en mi piel. Sus dedos se enredaron e