Capítulo 33: Escribir o no escribir... esa es la cuestión
Camila
Estaba acostada en mi cama, con las luces apagadas y el ventilador girando sobre mi cabeza.
Pero no podía dormir.
Debería haberme quedado dormida en cuanto mi cuerpo tocó la cama, pero no podía, algo me mantenía despierta.
Joaquín.
Suspiré y me giré sobre un costado, abrazando la almohada contra mi pecho mientras miraba el teléfono que sostenía en mi mano. La pantalla brillaba en la oscuridad, mostrando su nombre, el cursor parpadeando como si esperara mi decisión.
—No le escribas, Camila —me dije en voz baja, cerrando los ojos, tratando de convencerme a mí misma.
Estaba demasiado alterada, y lo último que necesitaba era complicar las cosas más de lo que ya estaban.
Pero cada vez que cerraba los ojos, volvía a ese momento en el auto, a sus labios tan cerca de los míos, al calor de su mano en mi rostro. Sentí el rubor subir de nuevo a mis mejillas.
—¿Y si lo llamo? Solo para aclarar las cosas —murmuré, jugando con la idea mientras mi dedo temblaba sobre la pantalla. —Podría de