Annete no esperaba ser atrapada por un gigantesco lobo negro, pero lo que comenzó como una noche de baile en el bosque en compañía de su hermana, terminó con ella rodeada por hombres lobos. Lían es el Alfa líder de la manada del Sur, una noche al regresar de su casería es atrapado por un dulce aroma que el reconoce como el de su Luna, lo que el tosco Alfa no esperaba es que su destino estuviera atado al de una pequeña humana. Lo que debería ser el comienzo de un amor marcado por el destino, termina ensombrecido por el comienzo de una guerra.
Leer másAnne se encuentra dentro de una de las cabañas siendo resguardada por Scott; toda la situación afuera se escucha como un completo caos. Junto a ella se encuentran todos los niños de la manada, así como los lobos mayores, y aunque sabe que le prometió a Lían tratar de mantenerse segura, y de no meterse en problemas, pero el saber que su compañero se encuentra afuera luchando contra aquella jauría de lobos salvajes no hace, sino desesperar a su corazón.— Si me quedo, aunque sea un poco más de tiempo, aquí voy a volverme loca. — dice mientras en la parte de afuera se escuchan las caídas de los lobos provocadas por el enfrentamiento. — Necesito salir de aquí y ver qué Lían esté bien.— Si sale de aquí, la única cosa que mi señora encontrará allá afuera será una muerte segura — es la respuesta de Scott tras escuchar las palabras expresadas por Anne.Sin que nadie pudiese decir nada más, un momento después los vidrios saltaron por toda la estancia en el momento que uno de los malditos ingr
— Así que eres la Luna de Lían. — es el comentario de Wen a su espalda.— Así que eres un lobo. — responde mientras retira su mirada del reflejo en el pozo. — ¿Pensabas decirle la verdad a Aisling?Aquella pregunta obtuvo un leve movimiento de cabeza como respuesta. Aunque lo hubiese querido, Wen sabe que decir su verdadero origen, hubiese traído graves consecuencias.— Ella, ¿es tu Luna?El lobo está consciente de que Anne tendría algunas preguntas para él, no esperaba que aquella fuese una.— Solo la compañera del Alfa Líder posee el derecho de ser llamada así.— Esa no es mi pregunta. Dando un paso más cerca, Anne mantiene una mirada fija en el lobo.— No, ella no es mi Mate. — al dar aquella respuesta, Wen mantiene un tono bajo. — Pero eso no significa que le mintiera al decirle que la quiero.Aquella respuesta no es suficiente para Anne. Es de los sentimientos de su hermana sobre lo que están hablando, sentimientos que se hubiesen visto lastimados si el lobo llegase a encontrar
— ¿Estás bien? — acercándose a su hermano, Alice apoya su cabeza en el hombro de este. — siempre me ha parecido horrible que seas más alto aún cuando yo soy mayor.Allan sonríe un poco al escuchar aquellas palabras y con suavidad abraza a su hermana. Fijando su mirada en el interior de la casa, ve al médico atender al lobo del norte.— Encontré a mi Mate. — admite sin vacilar, sabe que es difícil en inútil para él tratar de ocultarle nada a ella.— Allan, — ante aquella noticia, Alice no puede evitar sentir una emoción genuina por su hermano, después de todo, desde que tiene a Aidan a su lado, siempre deseo que sus hermanos conocieran la felicidad de tener a su otra mitad junto a ellos. — esa es una buena noticia. — pero en ese momento Alice repara en un detalle, nadie nuevo ha entrado en el territorio, y Allan solo estuvo fuera para ir al de la manada del Norte. — Hermano…— Sería inútil guardar esperanza. — al notar que Alice nota lo que pasa, simplemente le resta importancia y la d
Cuando Zven entró en la cabaña del médico, este se encontraba ayudando a Melisha a sentarse, por fin había despertado. El centinela no pudo ocultar su emoción de ver que la pequeña loba estaba recuperándose por fin.— ¡Zven! — al notar la presencia del lobo, Melisha intenta levantarse, pero es detenida por el médico. — ¿Dónde está Mark? — pregunta con preocupación.— Está bien, aún sigue en su puesto de guardia. — responde mientras se acerca a ella.— Pero, los malditos, debo volver. — ante su nuevo intento de levantarse, el médico la vuelve a detener y esto hace que la loba suelte un gruñido bajo. — ¡déjame ir!— Tu lobo apenas si ha logrado mantenerte con vida. — aunque el gruñido de la loba es una clara amenaza, el mayor lo ignora y la regresa a su posición en la cama.— Descuida Mel, tu hermano está bien. — buscando de calmarla, Zven interviene. — el Alfa envió a más centinelas a cubrir la zona, el loco de tu hermano no está solo.La habitación se queda en silencio por un momento,
Lían acarició con cuidado la mano de Anne, y en el momento que estaba por soltarla, puede sentir como esta se aferra a él en un agarre que busca ser fuerte.— ¿Anne? — pregunta mientras observa el rostro de su compañera.— Hola, lobo tonto. — responde en tono suave.Cuando sus ojos se encontraron con aquel hermoso cielo del cual era dueña su compañera, la sonrisa que se dibujó en sus labios fue inmediata. Acariciando las mejillas de esta, se acerca hasta tomar sus labios en un beso, uno que fue respondido con la misma intensidad necesidad que fue dado.Cuando el aire se hizo notar ausente, ambos se separaron del beso, pero sus frentes permanecieron juntas y sus narices dando un suave roce entre ellas, ambos demostrando ese sentimiento que ambos se guardan, pero que se hacen fuertemente presentes cuando sucede algo que pueda separarlos.— Deberé amarrarte, o poner más centinelas a tu cuidado. — Lían dice aquello en un intento de bromear.— Mejor quédate a mi lado. — dejando un suave y
Anne no logra entender nada de lo que está sucediendo, por más que su mente intentaba encontrar una razón para explicar el lugar y la situación en la que se encuentra, no hay nada que logre darle un sentido a todo aquello. Hasta hace un momento se encontraba en un claro bellamente desconocido del bosque, pero ahora, frente a ella, se muestra aquella casa en la cual vivió y creció durante toda su vida. Sus pasos la acercan a la casa y la llevan dentro, y aunque todo está como lo recuerda, por alguna razón, aquel sitio se siente como uno totalmente desconocido para ella, como si lo único familiar fuera la fachada y la posición de los objetos dentro de esta; por el resto, nada de lo que le rodea se siente familiar o cercano. — Ellos no estuvieron de acuerdo cuando tomé la decisión de venir. — Dice una voz a sus espaldas. Al volver su cuerpo, Anne se sorprende de la imagen frente a ella. Aquella mujer frente a ella logra confundirla por un momento, es como si estuviera viendo su propi
Aquella simple oración fue suficiente para que el Alfa saliera del lugar y corriera al encuentro de su compañera. Al notar su presencia, el lobo camina hasta él y se inclina en señal de respeto, a la vez que es una forma de mostrarle a su compañera.— Anne — Lían se apresura a tomar en sus brazos a su compañera.Cuando Zven le informó que Wen la traía con él, no esperaba que fuera en ese estado. Anne estaba pálida y fría, su corazón se escucha débil y sus labios comienzan a ponerse morados, aquella imagen y tenerla en sus brazos de esa manera, trasporta al lobo un mes atrás cuando la encontró por primera vez, pero esta vez, humano y lobo saben que es más grave, pueden sentirlo en lo más profundo de su ser.— Vamos Anne, ya pasamos por esto, y lograste recuperarte. La manada se reúne en torno a su Alfa y Luna, mientras Wen abandona su piel de lobo.— Mi Alfa, la salud de Annette nunca ha sido fuerte, su corazón ha estado enfermo desde que es una niña. Wen dice aquello mientras observ
Hansen sonrío con satisfacción en el momento que los ancianos aceptaron su petición de destierro y muerte para Lían, después de todo, las heridas mostradas en su cuerpo eran una clara señal de desacato a las normas establecidas por el consejo, y todas las manadas que forman parte del concilio, saben que aquello significa la muerte. Dejándose caer en su cama, su parte humana permite que el lobo comience a regenerar la piel lesionada, después de todo, su intención de retardar la regeneración que su lobo le otorga, era únicamente para lograr su cometido. — Su Señoría. — Llama la centinela médico al entrar en la habitación. Hansen no disimula ni un poco su sorpresa al verla allí, después de todo, él no había la asistencia de nadie del personal médico. — ¿Pasa algo? — pregunta sin siquiera hacer un gesto que indicara que se levantaría para recibir la inesperada visita. — El anciano Paul me envió para revisar sus heridas. Claro, ¿Quién más podría atreverse a dar una orden por sobre su s