Enamorarse del hombre equivocado nunca había resultado tan peligroso…ni lo había sentado tan bien La diseñadora de moda Ángela Barnet necesitaba desesperadamente encontrar pareja para la gala más importante de la temporada. Su única opción era el ardiente magnate de la tecnología, Dante Walker cuya familia era la mayor rival de los Barnet en el negocio de la construcción. Aunque Ángela no tenía nada que ver con ese negocio respetaba a su familia y por ese motivo ni se le ocurría salir con él. Cuando quedó claro que la pasión que ardía entre los dos era real y no parte de una farsa, surgió el dilema de si debía o no arriesgarse a ir en contra de sus familias y explorar su intensa conexión.
Leer másCuándo por fin vio al hombre que había estado buscando, Ángela supo que sólo podía hacer una cosa, sobre todo ahora que faltaban menos de dos semanas para que se celebrará uno de los desfiles más importantes de moda, mejor conocida como la semana de la moda y el que iba hacer su acompañante en ese gran evento su novio por muchos años se cababa de casar con otra mujer. Enterarse de eso fue difícil para ella y no iba a dejar que nadie hablara de eso a sus espaldas al verla llegar solá a dicho evento, así que debe buscar rápido un hombre digno de ser su acompañante.
Es sábado y Ángela tiene una fiesta de cumpleaños quiso invitar a uno de sus amigos más cercanos y con que mejor química tiene Jean es un hombre que siempre está para salvarle el día y ella piensa que coquetear con el en él cumpleaños le dará la oportunidad de invitarlo al gran evento y así salvar noche.Se llegue el día del cumpleaños Ángela está abajo junto a los demás invitados esperando a su cita.Las habitaciones de la planta superior de la casa de Brooklyn estaban en penumbra y totalmente desiertas. El resto de invitados disfrazados estaban abajo charlando y riendo con la anfitriona, que celebraba su cumpleaños. Era una tarde fresca de primavera, pero el aire en la parte más alta de la casa resultaba cálido así que subió y cuando ella estaba arriba se sorprende.Cuando salió del rincón en el que se había estado escondiendo, el hombre encuestión se giró y se guardó el móvil en el bolsillo.Aunque una máscara oscura le cubría la mitad de la cara, tenía la altura y la constitución de Jean.–Iré sencillo –le había dicho él con una sonrisa sin darle más detalles sobre cómo iría disfrazado–.No me van los brillos—Recuerda lo que él le dijoEse día más temprano había quedado con el empresario Jean para asistir a la fiesta de disfraces, ella quería saber qué tanto le serviría él como acompañante para su próxima gala.Ella lo había visto abajo, entre la multitud, y había cruzado la alborotada sala tras él cuando lo vio subir las escaleras.Después lo había alcanzado en el piso superior, lo había encontrado de espaldas a ella en una sala y hablando por teléfono en voz baja, así que se había escondido tras el arco de una habitación contigua a la espera de que volviera a salir para sorprenderlo.Se subió el hombro del traje, que se le bajaba constantemente, le quedaba un poco grande. A diferencia del de Ángela su disfraz era de todo menos discreto: negro y rojo, lleno de volantes y con una falda corta por delante, que dejaba a la vista sus piernas enfundadas en unas medias de red, y larga por detrás. Ángela no es el tipo de mujer sencilla, le gusta descartar y hacerse notar.Jean y ella habían coincidido y coqueteadi en un par de fiestas y él la había besado fugazmente la última vez que se habían visto.Al recordarlo ella pensé que ese beso había sido todo lo que Ángela había necesitado para animarse a actuar. Necesitaba un nuevo novio enseguida, o almenos alguien que pudiera hacerse pasar por uno.La semana de la moda no sólo era un evento importante de la industria de la moda, sino también una fiesta a la que todo el mundo acudía en pareja y de ninguna manera Ángela acudiría sola por eso ahora tenía que conseguir un acompañante.Jean levantó la mirada sorprendido cuando Angela dio un paso hacia él. Sus ojos oscuros se entreveían entre las sombras proyectadas por una lamparita de mesa.Movida por una repentina inyección de valor y adrenalina, Ángela le bajó la cabeza con delicadeza y lo saludó con un beso en los labios, retomando lo que habían dejado a medias la vez anterior.Él se quedó quieto, pero al instante la agarró por la cintura y la llevó hacia él ya que no iba a desaprovechar la oportunidad, Ángela siempre ha sido la mujer que despierta ese lado sensual y juguetón de él, sus lenguas se rozaron y juguetearon.Ángela lo rodeó por el cuello y se entregó al beso. ¿Qué podría hacer? Ella fue quien lo busco y ahora no podía retractarse. Además, ese tipo sabía besar.Y cuando comenzó a apartarse, él la siguió y acarició sus labios separados como queriendo provocarle alguna respuesta más. Entonces Ángela dejó escapar un gemido y le permitió profundizar el beso.El aroma de Jean era deliciosamente cálido, limpio y su cuerpo duro y esbelto hacía presión contra el suyo, encajando en sus curvas y envolviéndola.A Angela le palpitaba el corazón al ritmo de la música que resonaba portoda la casa. En ese momento ambos olvidaron que estaban en una fiesta y sólo querían sasear sus ganas.¡Dios mío!— piensaElla no se había esperado algo así. La última vez que sus labios se habían rozado no se había percatado del abrasador calor que Jean podía provocarle.Cuando finalmente se separaron, ella suspiró.¡Guau!–Hola, Jean–susurró.–¿Quién es Jean?—Pregunta el hombre enmascaradoSe quedó paralizada. No era la voz de JeanEntonces el hombre se subió la máscara y ella se quedó sin aliento. Dante WalkerSe apartó de él con brusquedad.¿Por qué tenía que ser Dante? Tras años esquivando al enemigo, había acabado cayendo en sus brazos… o abalanzándose sobre ellos, mejor dicho.—¿Siempre besas a hombres enmascarados en habitaciones oscuras?—Pregunta él con una sonrisa prepotente en sus labios–¡No seas absurdo! –contestó ella con brusquedad, en un intento de ocultar lo avergonzada que se sentía–. Está claro que te he confundido con otra persona y lo sabes.–¿Quién es Jean?—Pregunta con mucha curiosidad–No es asunto tuyo.–No opino lo mismo, ya que hace unos minutos estábamos besándonos—Le dice él, como si ese beso le diera derecho de interrogar a Ángela.Ella respiró hondo, pero eso solo sirvió para que sus pechos sobresalieran más y captaran la atención de él.–Ah, es verdad–dijo Ángela con sarcasmo–. Había olvidado que te gusta animar a los hombres con los que salgo a que me dejen.–Es un modo de verlo – Respondió Dante.Ángela enfureció. Carl, su antiguo novio, había celebrado una boda rápida y con pocos invitados, pero Dante, su exjefe, había sido uno de ellos tras apoyar la decisión de Carl de dejarla por una maestra de jardín de infancia a quien había conocido en un avión como por obra del destino.Sí, de acuerdo, lo suyo con Carl no había sido una relación seria. Después de conocerse en una fiesta, habían estado saliendo cerca de dos años a pesar de ese tiempo nunca llegaron a formaliza nada, pero que la hubiera abandonado y se hubiera casado con otra inmediatamente después de conocerla eso aún le dolía. Sobre todo después de enterarse de que Dante le había animado a hacerlo.Le entraron ganas de patalearle la entre pierna y clamar contra el destino, que no sólo la había dejado sin novio justo antes de uno de los momentos más importantes de su vida, sino que ahora le había hecho besar al hombre responsable de su desdicha. ¿Cuánta humillación podía soportar una mujer? ¿Y cómo había podido encontrar atractivo a Dante en su adolescencia?Era unos centímetros más alto que ella, que pasaba del metro setenta y tenía la constitución de un boxeador de peso ligero. Con la mandíbula cuadrada, el pelo oscuro y unos ojos marrones que irradiaban inteligencia, imaginaba que supondría toda una amenaza para algunas mujeres.Pero ella sabía que podía ser calculador y despiadado, y eso era precisamente lo que durante toda su vida le habían advertido sobre los Walker...–¿Un modo de verlo? Sospecho que el otro modo de verlo es que estabas abriendo otro frente más en la guerra entre los Barnet y los Walker.Él tuvo el descaro de sonreír con diversión.–¿Es eso lo que crees?Los Walker eran los enemigos del negocio de su familia desde que su padre, Sergio Barnet, hubiera sospechado que empleaban tácticas deshonestas para triunfar en el negocio de la construcción y desplazar a su competencia en el oeste de Massachusetts, es decir, a Construcciones Barnet. La hostilidad llevaba años presente.Ya que Wels dale era un lugar pequeño, sabía que el verdadero nombre de Dante era «Danny» y que él prefería la versión inglesa a la estadounidense. En una ocasión incluso había buscado su significado:«domador». Sin embargo, él nunca podría domar a una Barnet porque, por mucho que fuera la hija rebelde, tenía muy arraigada la lealtad hacia su familia.Al terminar el instituto se había mudado a Nueva York para trabajar en el mundo de la moda y crear su propia firma. Mientras tanto, Dante se había hecho multimillonario con su empresa de desarrollo de aplicaciones. Ella se preguntaba si habría triunfado en ese campo empleando las dudosas tácticas empresariales por las que su familia era conocida. Aunque sus familias eran enemigas por compartí un misma forma de negocio ellos hicieron su dinero en otro campo, es decir no pertenecían al mismo campo laboral que sus padres.Ángela se puso derecha. Ya era hora de dar por finalizado ese encuentro en lugar de seguir ahí juntos en la oscuridad como si se tratara de una cita romántica clandestina. Además no quería que alguien subiera y los encontrará allí ya que seguro se convertiría en chisme que llegaría a oídos de su padre y no quería problemas–Tengo que irme. Voy a…–Buscar pareja para la semana de la moda.—Termina la oración élÁngela abrió los ojos de par en par. ¿Lo sabía? De pronto la situación había ido demal en peor.Dante se encogió de hombros y añade–He oído a Nadia y a Teresa hablando. Además Bela murmuró algo parecido. –¿Para qué están las amigas, verdad?–comentó el, que aún podía oler su perfume, sentir sus curvas, saborear sus labios…–Esta conversación ha terminado.—Replica Ángela con mala cara–¿Cuál? ¿La conversación sobre cómo me has besado? ¿O sobre el hecho de que estés aquí para encontrar a alguien que te acompañe a un evento social con el único motivo de impulsar tú carrera?—Comenta élÁngela lo ulminó con la mirada.–Y luego dicen que los Walker somos calculadores–protestó DanteÁngela nunca había sentido tanta irá en su vida a causa de una persona, pero trato de guardar la compostura y replicó–!Lo son! ¡Lo eres!–Y no olvides que también somos ruines y deshonestos.—Añade DanteÁngela no puede creer que haces unos segundos se encontraba besando acalorada te a uno de los peores enemigos de su familia. De quien a huido por añosSaber que Jorik tocó a Amira me provoca acabar con él al instante. Pero él no vale la pena. Su voz se está debilitando, de todos modos. Estará muerto en un minuto o menos.“Ella trató de arruinarme” continúa Jorik en voz baja. “Ella destruyó la mitad de mi mercancía. Me pasé un año saldando deudas. Así que pensé que era el momento de que Amira pagara las suyas”.“¿Qué significa eso?” pregunto.Jorik sonríe. “Interesado finalmente, ¿verdad?”. No contesto.Tose de nuevo. Al darse cuenta de que no tiene mucho tiempo, sigue hablando. “Se suponía que se casaría conmigo. Que tendría mis bebés. Buenos chicos albaneses. En lugar de eso, destruyó mi reputación y casi consiguió que me mataran. Creí justo que ella fuera subastada para ser la esclava sexual de algún bastardo enfermo, de todos modos, era para lo único que servía, y yo quedarme con el niño. Siempre me han gustado los niños”.Retrocedo como si me hubiera disparado. La idea de Arya tocándolo... gimiendo por él... me hace temblar de
Y yo no tenía ni puta idea.El miedo oprime mi pecho, pero respiro e intento pensar. Dante es un luchador. Lo he visto matar gente. Sé de lo que es capaz.Y si Dima descubre la verdad sobre quién es Jorik, sobre lo que ha hecho, Jorik no tiene ninguna posibilidad.Alguien tiene que decirle a Dante la verdad.Brigitte sigue hablando con Lukas en el asiento delantero. “Papi se está ocupando de los hombres malos adentro, precioso. Terminará pronto”.Por el bien de Lukas, espero que Brigitte tenga razón. Espero que su verdadero padre esté haciendo precisamente eso.Muevo mis tobillos juntos. Puedo sentir el nudo alrededor de mis pies aflojándose más y más a medida que me muevo.Lo más silenciosamente posible, deslizo mis tobillos hacia arriba y hacia abajo y luego hacia adelante y hacia atrás, deshaciendo el nudo hasta que está lo suficientemente suelto como para quitarme el zapato. Una vez que estoy descalza, puedo deslizarme sin problemas.Lukas empieza a ponerse inquieto. Brigitte lo
Paciencia, Dante. Espera el momento adecuado para atacar.“Eso es lo que me encanta de toda esta historia” comenta, girando los dedos en el aire. “Es una pequeña historia tan enredada. Una enmarañada red. Si lo viera en una película, pensaría que es inverosímil. Sin embargo, aquí estamos. Tú y yo. Los dos”.Suspiro, ya harto de los soliloquios de este hombre para detenerme. “Hablas demasiado, mudak”.Se ríe, aunque no hay humor en ello. “Solo estás frustrado porque no sabes la verdad. Solo tienes la mitad de lahistoria” explica.No me gusta estar fuera. Ser dejado en la oscuridad, como dijo Amira. Pero tampoco me atrevo a pedirle a este pedazo de mierda que me informe.Prefiero matarlo y averiguar después.Escucho un crujido en el pasillo detrás del Carnicero. Veo a Gennady que me indica que está trabajando para desatar los amarres de sus manos.Sólo unos minutos más de charla. Eso es todo lo que necesito hacer. Mantener a este imbécil hablando hasta que Gennady esté libre.“Entonces
“No” digo en voz alta. “Maldita sea, no. No me sentaré aquí sentada a esperar que me rescaten. Voy a encontrar la manera de salir de esta mierda”.Me doy la vuelta y estudio los estantes.La mayoría de las armas en la habitación son pistolas, pero hay unas pequeñas cajas de metal en algunos de los estantes inferiores que parecen más estuches de herramientas. Abro una y encuentro una caja llena de guantes, cuerda, cinta adhesiva y pasamontañas.Son equipos de asalto. Bolsas ligeras de suministros que puedes agarrar y llevar para robar cosas y lastimar a laspersonas.Paso a la siguiente caja y a la siguiente, hojeándolas rápidamente hasta que encuentro lo que busco: un juego de ganzúas.Nueve años de formación veterinaria, de aprender a operar de todas las formas imaginables no convencionales, me han preparado para esto.Ahora, voy a emplear las firmes manos que uso para cirugías de animales de emergencia para abrir esta puerta y salir de aquí.Mi plan más allá de eso es vago. Neces
DanteGennady está de pie en la cocina cuando subo las escaleras, su rostro contraído en una mueca. “¿Cómo estuvo?” pregunta.“Bien” respondo.Paso junto a él y agarro mi bolsa de asalto del mostrador. Tiene armas, municiones y dispositivos de contención. No tengo ni idea de los obstáculos con los que nos podemos encontrar. Quiero estar preparado.“¿Estuvo ‘bien’? Acabas de encerrar a tu novia en el sótano” insiste él.“Ella no es mi…” me interrumpo. No sé qué es Amira para mí. Pero sé que es lo suficientemente valiosa como para hacer cualquier cosa para mantenerla a salvo. Incluso si eso significa hacer que me desprecie para siempre. “Ella está a salvo allí abajo y eso es lo que importa. Ahora vámonos”.Gennady se inclina hacia la puerta del sótano, con el oído atento. “No escucho ningún grito”.“Está insonorizado. Incluso si alguien entra por la fuerza mientras no estamos, no la escucharán. Y si por casualidadllegan a bajar, la única forma de entrar es con mi llave”.La
“Lo es” suspira él. “La he cagado. A lo grande. Pero para ser justos, Zotov no estaba precisamente anunciando sus planes por todas partes. Era un asunto encubierto en el que participaba la mitad de la Bratva. En cierto modo, creo que hubiera sido más fácil de detectar si solo unos pocos de los miembros hubieran estado planeando una revuelta. El hecho de que tantos de ellos se volvieran contra Dante nos tomó a todos por sorpresa. Nunca había sucedido antes”.“Dante dijo que es porque él no quiere hacer trata de personas. ¿Es eso cierto?”.“¿Que él no trafica con personas?” pregunta Gennady, con las cejas levantadas.Por un repugnante segundo, creo que está a punto de decirme que todo ha sido una mentira. Que Dante realmente se beneficia de la venta de personas. Que me mintió y que voy a ser vendida de nuevo.“Por supuesto que no” dice Gennady, con la nariz arrugada. “Dante tiene un código, ¿no lo sabes? Uno muy estricto. Él no hace daño a la gente a menos que se lo merezca”.Recuerdo
Último capítulo