Dominic giró la cabeza y escuchó a Alessia decir: —El camino que tenemos adelante son todos caminos rurales, sin vigilancia.
Más adelante, tres caminos se bifurcaban en distintas direcciones. Sin cámaras, no había forma de confirmar qué ruta había tomado la mujer con Elle.
Si elegían el camino equivocado, se retrasaría el rescate de Elle. Lo que ella pudiera encontrarse durante ese retraso era algo que ninguno de los dos se atrevía a imaginar como padres.
El coche cayó en un silencio pesado, la atmósfera era opresiva. Ni Alessia ni Dominic dijeron una palabra en ese momento.
De repente, Dominic respiró hondo y giró el volante hacia la izquierda.
Alessia cerró la computadora y miró a Dominic.
—Hemos llegado hasta aquí —dijo Dominic—. Si seguimos a la izquierda, llegaremos al escarpe de Niagara.
¿Escarpe de Niagara?
Alessia reflexionó un instante y reaccionó rápidamente: —¿¡Sisca!?
La expresión de Dominic se volvió fría y compleja. —Si seguimos recto hacia el escarpe de Niagara, pasarem