En ese momento, el capitán del equipo de seguridad le entregó un teléfono.
—Señor Carter, mire este teléfono. Nuestro equipo lo encontró en la entrada de la comunidad durante la patrulla de la mañana. Está apagado y no hemos podido recuperar ningún dato.
Dominic lo tomó y lo reconoció casi de inmediato. Era el teléfono de Alessia.
El celular había quedado en la entrada, pero en las cámaras no aparecía ni una sola imagen de ella.
Eso probaba que algo le había ocurrido a Alessia, y que había sido planeado con antelación.
A menos de veinticuatro horas de su desaparición, con solo un teléfono como prueba, no podía denunciar a la policía aún. Dominic solo pudo movilizar a gran escala las fuerzas de la familia Carter para buscarla.
Y en ese momento, no había razón para ser cortés con Gordon.
También lo llamó.
Con el poder combinado de las familias Laroux y Carter, pasó un día entero sin ninguna noticia de Alessia.
Dominic permanecía sentado en el sofá, sin atreverse a dormir, sin soltar su