Catalina lo tenía todo: fama, prestigio, una exitosa carrera como arquitecta, una vida envidiable y una relación estable. A los ojos del mundo, era el retrato del éxito. Sin embargo, por dentro, se sentía vacía, atrapada en una rutina que ya no le pertenecía, viviendo una vida que no reconocía como suya. Todo cambia cuando conoce a David Zepeda, un poderoso empresario cuya llegada inesperada sacude los cimientos de su existencia. Con él, Catalina descubrirá que hay infiernos silenciosos disfrazados de perfección... y que a veces, la salvación llega en la forma menos pensada. Una historia sobre redescubrirse, sanar heridas invisibles y encontrar, en medio del caos, aquello que ni siquiera sabías que estabas buscando.
Leer másNarrador omnisciente:
Un día nuevo comenzaba en la ciudad de Boston, el clima era agradable y todo parecía indicar que sería igual a todos los otros, monótono y aburrido. Pero el destino juega sus cartas, y no era lo que tenía planeado para dos personas que estaban a punto de cambiar sus vidas para siempre.
POV Catalina
De nuevo iba tarde, ¡Carajo! Esto se me estaba haciendo una muy mala costumbre que trataba día con día de corregir, pero algunas veces, como el día de hoy, no lo lograba del todo. Llegué al trabajo 20 minutos tarde, una de las ventajas de ser la dueña de la empresa, es que era mi propio jefe, y al ser así, no tenía a nadie que me reprendiera por mis pequeños retrasos.
Pero sabía que estaba mal, si quería ser una buena líder tenía que predicar con el ejemplo, no puedo exigir a mis empleados hábitos que yo no cumplo, pero esos son otros asuntos. Por ahora me dedicaba a correr lo más rápido que me permitían mis tacones para no alargar más mi retraso. Entré a mi empresa, saludé a todos con una sonrisa y tomé el elevador para llegar a mi piso.
-¿De nuevo tarde Catalina?- Pregunta Delia poniéndose de pie con una sonrisa burlona al verme caminar con prisa hacia mi oficina.
Delia es mi mano derecha aquí en la empresa, es quien me ayuda a tener mi mente y trabajo en orden, además de ser mi mejor amiga, mi pelirroja favorita...
-Trabajo en ello, Delia- Contesté con una sonrisa acercándome a ella -¿Hay pendientes para hoy-
-Solo un par de planos por terminar, adelanté un poco anoche-
-No te exijas mucho Del, llévalo con calma- Sugerí amablemente.
-Solo es para mantener la mente ocupada, descuida. Cambiando de tema ¿Qué planes tienes para hoy? No me digas que pasarás otro fin encerrada en tu casa- Comenta con una mirada de desaprobación.
-No, esta vez no. Daniel quiere que lo acompañe a una fiesta de su abuela-
-¡Iugh!..- Exclamó haciendo una mueca de asco -¿Qué harás tú en una fiesta para viejitos Catalina ?-
-Es un evento grande Del, toda su familia estará ahí, por eso me pidió acompañarlo- Respondí con una pequeña sonrisa que no llegó a mis ojos.
-¿Y por qué esa cara, linda? ¿No quieres ir a la fiesta para viejitos?- Preguntó preocupada.
-No, no es eso. Es solo que... las cosas con Daniel no van muy bien últimamente, todo es tan complicado con él. No es el mismo hombre del que yo me enamoré- Dije con un poco de pesar.
-Ay amiga... lamento mucho escucharlo en serio, pero sabes lo que pienso de él. Es un patán, de verdad que él no te merece. Perdóname por decirlo y tal vez este mal pensando las cosas, pero a veces me da la impresión de que Daniel solo te quiere por tu dinero- Soltó en voz baja para que solo yo pudiera escucharla.
-¡Del! ¿Qué cosas dices?- Digo un poco atónita pero pensando en su comentario –Sinceramente no creo que sea así, Daniel tiene dinero y...-
-Corrección, preciosa- Me interrumpe –La familia de Daniel tiene dinero, él no tiene nada...-
Me quedé pensando un poco en sus palabras, tal vez tenía razón.
-Lo pensaré Del, pondré más atención... Lo prometo. Ahora, ¿Podrías llamar a los proveedores, por favor? Solo necesitamos que confirmen los pedidos para comenzar con el proyecto del señor Stone-
-Claro, los llamaré en un momento- Afirmó volviendo a su escritorio.
-Gracias... Y una cosa más, alista tus cosas a las 3, hoy nos vamos temprano... sin peros-
-Solo si me dejas ayudarte con tu arreglo para la fiesta- Dice emocionada desde su escritorio.
Afirmo riendo con un movimiento de cabeza y continúo mi camino hacia mi oficina. Cierro la puerta después de pasar y dejo mis cosas sobre el escritorio.
"Edevane's Arch. Company", mi pequeño bebé. Orgullosamente, soy dueña de una de las mejores compañías arquitectónicas de Boston. Tuve la oportunidad de que me dieran trabajo en cuanto me recibí de mi carrera, y después de 3 años de destacarme por mis obras, tuve el poder económico de abrir mi propia empresa, la cual lleva 4 años operando.
Mi mejor amiga comenzó a trabajar conmigo un par de meses después de que abriera la empresa, y es una de las mejores decisiones que he tomado, es una chica muy talentosa y dedicada a su trabajo, realmente somos un gran equipo. Nuestro trabajo ha hablado por sí mismo y la empresa ha conseguido un gran prestigio en el campo laboral, esto nos ha dado la oportunidad de hacer obras para los mejores.
Pero como todo en la vida, no todo puede ser perfecto... Tal vez suene muy egoísta, ya que tengo un gran empleo, mi propia empresa y una buena estabilidad económica, pero, no lo sé. Algo en mi vida se siente vacío... Vivo solo para mi trabajo, que aunque lo adoro con locura, me gustaría tener algo más. Creí que ese algo más sería Daniel, mi novio, y aunque al principio fue lindo, ahora estamos teniendo bastantes problemas, que sinceramente ni yo sé cómo he dejado pasar tanto...
Pero bueno, mucha tragedia de mi parte.
Toda la mañana me dedico a terminar los pendientes que había que hacer para el día de hoy. Estaba concentrada trazando líneas en uno de mis planos cuando escucho que suena mi teléfono, era Daniel... Debato un poco conmigo misma en si debería contestar o no, pero al pensar que puede ser algo importante lo tomo y respondo a su llamada.
-¿Hola?- Contesto poniendo el altavoz.
-Catalina , ¿Dónde estás?- Responde él un poco brusco, aquí vamos de nuevo.
-¿Cómo que dónde estoy? ¿Tengo que recordarte cada vez que hablamos que trabajo?- Pregunto ya un poco fastidiada.
-¿Sabes qué? No me interesa, solo te hablo para que no vayas a olvidar por ningún motivo el evento de esta tarde. ¡Es muy importante que estemos ahí Catalina !- Yo ruedo los ojos al escucharlo.
-Descuida no lo olvidé, estaré lista a las 6 como pediste-
-Eso espero, no quiero retrasos por culpa de tu maldito problema de llegar tarde a todas partes, ¡¿Entendiste?!- Exigió de una forma muy agresiva.
Ni siquiera le respondí nada, solo colgué el teléfono y aventé el lápiz que tenía en la mano. A esto me refería justamente... Solo tengo problemas con él, he tratado de hacer hasta lo imposible por salvar o recuperar lo que teníamos, pero nada funciona, no sé cómo es que permito esto, realmente estoy llegando a mi limite.
Suelto un suspiro pesado pasando mis manos por mi rostro. Tomo unos segundos para tranquilizarme y no permitir que esto me afecte, así que después de unos minutos continúo con mi trabajo para irme a mi casa a arreglar para la dichosa fiesta.
Sin percatarme del paso del tiempo, llega la hora que había fijado para irme a casa, y no es hasta que Del entra a mi oficina que me percato de ello.
-¿No habías dicho que nos iríamos a esta hora? Me quedé esperándote- Dice Delia con sus cosas en mano.
-Se me fue el tiempo Del, discúlpame, dame un par de minutos- Le digo apurada mientras tomo mi bolsa y acomodo lo que estaba sobre el escritorio.
-Ya deja eso, vamos- Suelta mi amiga riendo casi empujándome a la salida.
Salimos de la empresa en camino al estacionamiento, subimos a mi auto y partimos a mi departamento. Sin mucho tráfico, llegamos de forma rápida. Me estaciono en mi lugar habitual y entramos al edificio, caminamos entre risas hasta mi apartamento...
-Bien Catalina , ¿Qué opciones tenemos?- Pregunta Delia lanzándose a mi cama.
-Honestamente no tengo muchas opciones, no sé muy bien que ponerme. Sé que es una fiesta formal, más no una gala ni un coctail... Necesito ayuda- Respondo derrotada acostándome a su lado.
-Descuida linda, encontraré algo que sea perfecto para tu ida al asilo... digo tu fiesta- Comenta rebuscando en mi closet mientras la veo con una gran sonrisa en mi rostro, adoro a Del...
Mientras mi amiga busca una buena opción, yo entro a darme una rápida ducha. Al salir comienzo a secar mi cabello para hacer unas suaves ondas en él. Salgo del baño y veo un vestido sobre mi cama que a mi parecer es perfecto... Delia lo hizo de nuevo.
Es un vestido negro de un largo debajo de la rodilla para dar formalidad, entallado hasta arriba de las rodillas pero un poco más abierto después tipo corte sirena pero aun siendo corto. Tiene tirantes anchos y un bonito escote de corazón por la parte de enfrente.
-Dime que te encanta- Presume mi amiga entrando al cuarto –Bueno no me lo digas, sé que te encanta-
-Lo diré de todas formas- Digo riendo –Me encanta Del, ni siquiera recuerdo cuando lo compré-
-Pues qué bueno que lo hiciste porque es muy bonito, pero dejemos de hablar, vamos a terminar de arreglarte-
Yo sabía maquillarme bastante bien, pero no tanto como Delia, ella era toda una experta y le encantaba maquillar, así que de una forma muy hábil y rápida me hizo un maquillaje sencillo pero muy acorde al evento, me sentía bastante bonita a decir verdad. Me puse el vestido, unos altos tacones, accesorios y ya estaba lista.
-Estas lista... ¡Te ves perfecta Catalina !- Comentó emocionada viendo su trabajo –Si me gustaran las mujeres, definitivamente estaría enamorada de ti-
Yo suelto una carcajada ante las bromas de mi amiga.
-Y luego porqué nos dicen que parecemos pareja- Dije aun riendo viendo mí reflejo.
Me consideraba una persona linda, pero hace mucho no me sentía así de bonita, sensual y empoderada, como solía sentirme siempre antes. Daniel muchas veces me hacia sentir inferior, degradando mi apariencia y haciéndome sentir mal conmigo misma. Pero ya no más, no quiero eso. Sé lo que valgo y no permitiré que me siga haciendo sentir de esta manera, no más...
-Iré por mi bolso, Daniel no debe tardar en llegar- Añadí mientras buscaba mis cosas –Del, ¿Te gustaría quedarte a una noche de chicas? Si quieres puedes quedarte aquí en lo que vengo, no creo que dure mucho la dichosa fiesta-
-¡Claro que sí!, aprovecharé que ya viene en camino Daniel para ir a comprar algunas cosas, no quiero verle la cara de idiota al idiota de tu novio- Sonreí al escuchar su comentario y negué con la cabeza.
-Llévate mi auto, las llaves están en la mesa de la entrada-
-De acuerdo, nos vemos más tarde linda, diviértete mucho- Se despidió Delia besando mi mejilla y salió del apartamento.
Estuve sentada en la sala casi 20 minutos hasta que escucho que tocan a mi puerta, voy por mi bolsa sabiendo que es Daniel, abro la puerta y efectivamente, era mi novio.
-Hola- Lo saludé cerrado la puerta detrás de mí.
-Catalina , ¿Enserio iras así vestida?- Es lo primero que dice cuando me ve.
-Sí, ¿Qué tiene de malo?- Pregunto a la defensiva.
-Es muy revelador, vete a cambiar, no pienso ir contigo vestida así- Exige molesto.
-¡Claro que no! Si tienes tanto problema con mi atuendo me quedo aquí e iras solo, pero no pienso cambiarme de ropa, me siento bien así- Respondí igual de molesta.
Él gruñó en respuesta, no estaba acostumbrado a que le llevara la contraria. Me tomó algo tosco del brazo y comenzó a caminar a la salida, me deshice de su agarre para caminar detrás de él.
-Nos iremos en tu auto, ¿Traes las llaves?- Pregunta saliendo del edificio.
-No, Delia lo tiene ahora, así que no será posible-
-¿Por qué carajo tiene tu auto?-
-Porque yo se lo presté, ¿Tienes algún problema?-
-Esto no estaría pasando si me hubieras comprado el auto que te pedí-
¡¿QUÉ M****A?!
-No tengo porque comprarte un maldito auto Daniel, ¿Qué me crees?- Dije más que molesta.
-Olvídalo ¿Quieres?, pediré un taxi-
Esto ya había empezado mal, no quiero ni imaginar lo que será el resto de la noche... Después de analizar bien toda mi relación con Daniel, me di cuenta de que no es lo que quiero, no lo tolero, solo esperaré a que termine el evento para hablar con él.
Llegó el taxi, nos subimos y emprendimos camino a la mansión de la abuela de Daniel, realmente era un evento muy grande, toda la familia cercana y lejana estaría ahí, al menos podría platicar con algunos de sus familiares que a diferencia de él, eran más amables y educados.
Ya veremos qué es lo que sucede el día de hoy...
POV CatalinaYa habían pasado casi seis meses desde mi atentado, pero debo decir que mi vida iba perfectamente bien, mejor que nunca a decir verdad. Las empresas tanto de David como la mía estaban en perfecto orden, el éxito era más que notable. El proyecto del señor Neumann iba viento en popa, él estaba muy satisfecho con lo que se llevaba hecho hasta ahora, y tal como lo pensé, fue una gran oportunidad para abrirnos a un nuevo mercado.Por otro lado, mi relación con David era una completa maravilla, él se había convertido en mi razón de existir, me hacía ser una mejor persona y su simple presencia me hacía sentir la mujer más dichosa del mundo. Me encantaba como mi madre y su familia había congeniado tan bien, se reunían a tomar un café todas las semanas o simplemente a charlar, se habían vuelto muy buenos amigos.El día de hoy me encontraba en una tarde de chicas con mi amiga Delia, estábamos en una terraza de un café conversando de nuestros días y de nosotras simplemente. Tenía pu
POV CatalinaPasaron tres semanas desde mi incidente con Daniel, estaba mucho mejor tanto física, como emocionalmente. Había contado con el apoyo de todos, de mis amigos, de mi familia, de mi pareja y de su familia, me había sentido sumamente querida y cobijada. Cuidaron de mí día y noche asegurándose que estuviese bien.Claramente me tomé unos días de descanso del trabajo, Delia me aseguró que se haría cargo en mi ausencia y se aseguraría que todo estuviese en orden, confiaba ciegamente en ella, no dudaba que así seria. Finalmente, ya me sentía muchísimo mejor por lo que decidí que ya era buen tiempo de volver, retomar mi rutina y dejar todo esto en el pasado.-¿Estas lista mi amor?- Preguntó mi hermoso novio entrando a mi habitación.Se ofreció de forma muy insistente en querer llevarme al trabajo, sabía que aún le angustiaba que algo pudiese pasarme, le aseguré que estaría bien, aunque entendía cada una de sus preocupaciones. De Daniel... ¿Qué puedo decir?Tuve que detener a David
POV DavidSeguía intentado reanimar a mi novia sin perder la esperanza de que abriera sus ojos. Continué por varios minutos, aun escuchaba las sirenas a lo lejos.-¡Despierta amor!- Pedía desesperado.Después de unas compresiones comencé a sentir espasmos en su pecho haciéndome alejarme un poco y parar mis movimientos. A los segundos ella comenzó a toser expulsando toda el agua que había quedado en sus pulmones haciéndonos sentir a todos una inmensa felicidad.-¡Catalina ! Mi amor, respira... aquí estamos contigo... tranquila- Susurraba dándole algo de espacio.Expulsaba toda el agua que había tragado y tosía intentando recuperar bien la respiración. Segundos después dejó caer su espalda sobre la madera manteniendo sus ojos cerrados pero dando fuertes inhalaciones tratando de regular sus respiraciones, inmediatamente me acerqué a ella y la tomé entre mis brazos.-David ...- Susurró débilmente tomando mi rostro en sus manos, yo besé sus mejillas y su frente volviendo a aferrarme a ella
POV DavidMe encontraba platicando con los chicos en espera de que Catalina y Delia volvieran, pero extrañamente tenía un presentimiento raro en el pecho, algo no me daba buena espina, no me parecía normal que estuviesen tardando tanto. Solo esperé un minuto más para decidirme a revisar que todo estuviera en orden.Caminé sin decir nada a nadie hacia el pasillo para tomar el ascensor, marqué el último piso donde suponía que estaban y esperé a que se detuviera. Al llegar al piso me alarmé al instante por varios factores, uno, no había nadie ahí, dos, las puertas de las oficinas y la escalera de emergencia estaban abiertas y tres, alguien sollozaba y golpeaba una puerta con desespero.-¡¡¡AYUDAAA!!!¡¡POR FAVOR!! ¡¡Alguien abra!!- Era una voz femenina ¡¿Delia?!-¿¡Delia?! ¡¿Eres tú?!- Pregunté en voz alta buscando de dónde venían los golpes, los cuales se intensificaron al oír mi voz.-¡¿DAVID ?! ¡Sácame de aquí? ¡Abre la puerta! ¡¡Estoy aquí!!- Pedía del mismo modo, en ese momento mi cu
POV DavidPor fin el día había llegado, era la gala de aniversario de la empresa de mi chica. Desde que el día inicio la pude ver con una gran sonrisa en su rostro. Este día había decidido no ir a trabajar para ayudar a mi novia con los preparativos del evento, tal como ella preparó aquella sorpresa para mí , decidí hacer lo mismo diciéndole que sería yo quien se encargaría de que todo estuviese bien para en la noche.Sebastian, Nicholas y yo iríamos al edificio de Catalina a revisar que las cosas funcionaran y estuvieran en orden mientras les pagamos un día de relajación a las chicas, para que disfrutaran por completo su noche. Mientras nosotros tres estábamos ahí, Delia y Catalina fueron al spa para prepararse y relajarse para el gran evento de esta noche.Habiendo terminado eso y asegurándonos de que todo estuviese tal y como lo esperaban las chicas, nos fuimos de ahí para comenzar a arreglarnos. Yo me fui a mi departamento, estando ahí tomé una corta ducha para después ponerme un
POV DavidEra un nuevo día, abrí mis ojos muy perezosamente, me sentía agotado realmente por el gran esfuerzo físico que habíamos hecho mi chica y yo durante toda la noche, no tuvimos suficiente del otro y dejamos que nuestros cuerpos hablasen por sí mismos y satisficieran el deseo y necesidad que sentían... la mejor jodida noche de mi existencia.Prestaba atención un poco a mí alrededor hasta que fijé mi mirada en mi hermosa Catalina que aun dormía plácidamente sobre mi pecho, respiraba tranquila haciendo un pequeño puchero, se veía adorable. Tenía su cabello alborotado, estaba completamente desnuda sobre mí, no quería comenzar el día con pensamientos sucios y comenzar a imaginar todo lo que le quería hacer a su delicioso cuerpo, primero nos repondríamos de lo de anoche.Estuve mirándola un par de segundos, cerré un poco mis ojos y recargué mi cabeza en la de ella solo aspirando su aroma y poniéndome a pensar en lo dichoso y afortunado que soy. Me alegraba tanto de que ella pudiese p
Último capítulo