Los secretos guardan promesas, amenazas y debilidades. El plan de venganza de Eva ha dado inicio, uno de los hombres mas peligrosos está en juego, una atracción es evidente. ¿Quién perderá?
Leer más*POV EVA**
Miré los grandes edificios que estaban frente a mi. Me hacían sentir tan pequeña, pero sabía que esa sensación me encantaba. Mis amigas observan el gran centro psiquiátrico que tenemos frente a nosotras. Todos lo veíamos con gran sorpresa. Fue un largo camino, para llegar aquí. Mis manos estaban temblando, pero de una increíble euforia que está recorriendo cada parte de mi cuerpo, como si fuera sangre. Siempre he tenido todo lo que quiero. Lo pienso, lo veo, lo quiero. Pero aprendí después de un accidente, que el dinero no lo era todo, tenía que saber a leer las personas, tenía que aprender a controlarlas, por eso estoy aquí. Haré mis practicas aquí. Al igual que mis amigas y tres compañeros más. Cada quien tendrá a cargo a dos sujetos de prueba, obviamente cada quien tendrá su supervisor. Pero a mi no me hace falta, sé perfectamente lo que hago, he estudiado esto por años. He jugado con varias personas para llegar aquí. Y no me arrepiento, voy a ser la diosa que siempre quise ser. Seré cueste lo que cueste, y haré que un loco mate a ese maldito hombre. Yo no tengo porque mancharme las manos. Alguien lo hará por mi. Mi venganza estará completa. — Estoy demasiado nerviosa, nunca pensé que estaríamos aquí —la brisa era fría. Y la voz cálida de Naomi lo contrarestraba. — Hagamos nuestro trabajo bien, somos profesionales, hagamos lo que sabemos hacer, todo estará bien, Nam —respondí con franqueza. Naomi James era una vieja compañera de universidad. Era la única persona que sabía leerme, sabía que no era tan buen como me veía. Aunque aún asi le tenía algunos secretos. — ¡Bienvenidos al hospital psiquiátrico de Juliette Cambridge! —Un hombre alto salió con los brazos extendidos. Dando una cálida bienvenida. — Soy el coordinador Cristopher Petrovic. Les haré sentir como en casa, seré su encargado, y seré yo quien firme su excelente cumplimiento al final de estos seis meses —agregó conforme se acercaba. Destilaba seguridad con cada paso que daba. Era fornido y atractivo sin dudar. Su pelo rubio perfectamente peinado, su uniforme blanco brillaba casi, de lo perfecto que es. — Podrían seguirme, les estaré comentando las reglas a seguir y llevando a sus dormitorios. Las maletas las tendrán en sus habitaciones, pueden dejarlas aquí —añadió— Vamos, vamos, no tenemos todo el día, chicos. Miré a Naomi y le sonreí. Todos empezamos a caminar, siguiendo a nuestro nuevo supervisor. — Este hospital recibe a pacientes con muchos tipos de dificultades, desde personas casi sanas, hasta asesinos despiadados que la cárcel normal no quiere —se ríe— Tenemos diferentes áreas —sigue explicando mientras nos señala los edificios— Por aquí tenemos a pacientes que sufren trastornos adquiridos por la vida, por acá tenemos a los pacientes que son defectuosos de nacimiento. Todos ellos son casi normales. No hay ningún problemas por allí. Sigue caminando y veo lo increíblemente grande que es todo por dentro. — Los pacientes que mencioné antes, son pacientes con grado cero a tres. Mientras por acá, tenemos a pacientes que comienzan a ser peligrosos bajo situaciones de estrés u otros sentimientos, grado cuatro a seis. —Cristopher nos mira para comprobar que lo seguimos. — Por este otro lado tenemos pacientes que vienen por cometer asesinatos involuntarios, son grado siete a nueve. —seguimos caminando y llegamos a un edificio con extrema seguridad. — ¿Qué m****a? —Dice Jason al ver la seguridad del edificio — Y aquí tenemos el edificio más peligroso. Nadie entra sin dos gorilas que puedan protegerlos adentro, nadie entra sin autorización, nadie sale sin previa aceptación. Aquí tenemos pacientes con grado diez. — ¿Qué son? —pregunta Irina, otra compañera. — Obviamente son personas —bromea nuestro supervisor— Todos son asesinos en serie. Pero esos asesinos que por alguna razón atrae a las mujeres, supongo que los encuentran atractivos de alguna manera. Si alguna de ustedes encuentra atractivo alguno de ellos, debería pensar seriamente en ser un paciente de este hospital —vuelve a bromear. — Ahora... Recibí órdenes de que ustedes tratarán a un paciente de este edificio y uno de cualquier otro nivel. Les estaré enviando una lista con nombres, el diagnostico que tienen. Ahora mismo pueden irse a aquel edificio, ahí dormirán durante los próximos meses —finaliza— ¡Gusto en conocerlos! — Espere -habla Naomi— ¿Está diciendo que dormiremos en frente de los asesinos en serie? — Así es —afirma el supervisor— Nadie debe tener miedo de sus propios pacientes. Porque si ellos logran jugar con sus mentes, deberían plantearse estudiar otra cosa. Tiene razón. Nadie dice nada, yo soy la primera en caminar al edificio indicado. Se encuentra a unos quinientos metros de distancia sobre el edificio que está super vigilado. Cuando entramos, nos indican que habitación es para cada quien. Mi habitación está en el último piso y es la numero 69. Me despido de Naomi e Irina, y entro en el elevador. Soy la única que le tocó en el último piso. Al salir, pongo mi llave de acceso y entro. Veo mis cosas en la puerta, me siento aliviada de tener una habitación bonita y limpia. Recorro toda la habitación, veo que tengo un hermosa vista a todo el hospital, el campo. Hay una lista en la mesa, con muchos nombres, clasificados. Busco la lista de los clasificados con diez. El supervisor fue estricto es decirnos que debíamos tomar a uno. Y soy una distraída, porque no sólo voy a tomar a uno, también lo voy a domar. Grado 10 1. Eleazar Di Capelli - 7854 2. Gustavo Piqué - 7534 3. Crew Gómez - 986 4. Gideón James - 6125 5. Cristopher Morán - 123456 6. Eloisa Gómez - 67 7. Elvia Gómez - 67 8. Ella Gómez - 67 9. Basset Henry - 789 10. Michaelis Cross - 0 11. Michael Cross - 0 Los números indican el número de diagnóstico que ha tenido. La lista de enfermedades mentales con el código está en la última hoja. Había 20 nombres en total. Y sólo había dos personas con un diagnóstico de código cero. Uno de ellos era Michaelis Cross y otro Michael Cross. Busqué información en Internet, donde al parecer había muy poca. Estaban relacionados con múltiples asesinatos crudos, al parecer son hermanos. No había fotos donde pudiera ver sus rostros. Pero era obvio que mi alumno tenía que ser alguno de ellos dosPOV Eva*** Hoy no venía a platicar. Se había sentado, se dedicó a verme, leerme. Cada movimiento que hacía, lo miraba atentamente. Como si estuviera cazando. Era en toda la palabra un cazador nato. — ¿Hoy te sientes bien? —pregunté en medio de un largo silencio — Pruebame Lo observé directo a los ojos. No estaba aquí para jugar, aunque mis sueños me hayan traicionado. Tengo que confirmar el diagnóstico que se le ha otorgado. — ¿Alguna vez has leído tu expediente? — Yo lo escribí —responde serio — ¿Te describes a ti mismo como acosador? —preguntó siguiendo su juego — Con las cosas interesantes —responde. Su mirada se desvía por primera vez. — He leído que no se ha comprobado que seas un asesino, pero en el expediente lo confirmas... — Si soy un asesino — Entonces creo que terminamos por hoy —dejo el expediente sobre la mesa— ¿Qué medicamento te suministran, sabes? Se queda en silencio. Yo también lo hago. Su mirada se acentúa, como si estuviera confundido con
POV Eva** Mi peor decisión fue esta. Tomar de paciente a este imbécil. Jefferson era un tipo predecible, era un poco aburrido. Sufría un trastorno de ansiedad un tanto peligroso, pero podría superarlo sin problema alguno. Caminaba por el largo pasillo, pasando por los edificios. Iba hacia mí habitación, ya había terminado las pláticas por hoy. Michael y Jefferson, mis dos pacientes. El olor a tierra húmeda llegaba a mi. Y la lluvia no tardó en presentarse. No corrí, me gustaba caminar bajo la lluvia. Me encantaba esto, yo estaba a punto de lograr mi objetivo final. Ese hijo de puta iba a pagar por todo. Le daré un beso en la frente de despedida. Y después acabaré con todo, tendré lo que quiera. Tendré todo bajo control. Nadie volverá a lastimarme. Y quien lo intente, se arrepentirá. Llegando al edificio, pude sentir algo. Mi piel se erizó, giré hacía atrás. Vi a un hombre, vestido como paciente. Lo cual era imposible, de ese edificio nadie puede salir sin ser visto. Cerré
POV Eva** Despierto con la alarma sonando. Miro el reloj y marca las 6:25am. Ayer Jason se fue después de dormir un rato. A pesar del frío, decido darme un baño rápido. Para después vestirme con mi uniforme. Mi pelo lo dejé en una cola alta. Terminó saliendo de mi habitación diez minutos antes de las siete. En el elevador no me encontré a nadie, todos estaban ya en su lugar de trabajo. Salí del edificio, caminé al edificio que se encontraba más cerca. Ahí estaban todos mis compañeros ya. — Buenos días, dormilona —me saluda Naomi — Estaba cansada —respondí Jason rió. — Entraremos en cuanto estén listos los pacientes, fue la orden de Chistopher. —me comunica Irina — ¿Qué tenemos que hacer hoy? — Solo tratar de que confíen en nosotros, para que podamos hablar después —me responde Naomi— Chistopher nos indicó no caer ante seducciones. Mantener compostura y no tener miedo. — Paciente 1004, Michael Cross listo en la sala 07 —habla un guardia— Residente Eva Stone, por favor, si
POV Eva** Esa noche pude dormir perfectamente. El frío era abrumador, pero pude ponerme calentita después de un poco de placer por la madrugada. Mi uniforme estaba limpio, planchando. Era totalmente blanco,todo,incluyendo los zapatos. Nos habían informado que teníamos que bajar a las siete. Salí de mi habitación, me metí al elevador. Ahí pude ver mi reflejo, y mis mejillas ya se encontraban rojas por el frío que estaba haciendo. El sol no estaba, había nubosidad y mucho viento. Al salir del elevador unos momentos después, ya estábamos todos en el lobby. O recepción. - ¡Buen y bendito día tenemos hoy! -exclamó nuestro supervisor - Nunca habíamos tenido un supervisor con tan buen humor -le susurré a las chicas. - Mencionaré sus nombres y quiero que me digan sus elecciones -explica - Irina Hudson - Elvia Gómez y María Torres -dice Irina sin titubear - Buena elección -Dice Cristopher mientras anota- Jason Magnus - Eloisa Gómez y Esteban Baen -responde Jason - Las herma
*POV EVA**Miré los grandes edificios que estaban frente a mi. Me hacían sentir tan pequeña, pero sabía que esa sensación me encantaba.Mis amigas observan el gran centro psiquiátrico que tenemos frente a nosotras. Todos lo veíamos con gran sorpresa. Fue un largo camino, para llegar aquí.Mis manos estaban temblando, pero de una increíble euforia que está recorriendo cada parte de mi cuerpo, como si fuera sangre.Siempre he tenido todo lo que quiero. Lo pienso, lo veo, lo quiero. Pero aprendí después de un accidente, que el dinero no lo era todo, tenía que saber a leer las personas, tenía que aprender a controlarlas, por eso estoy aquí.Haré mis practicas aquí. Al igual que mis amigas y tres compañeros más. Cada quien tendrá a cargo a dos sujetos de prueba, obviamente cada quien tendrá su supervisor. Pero a mi no me hace falta, sé perfectamente lo que hago, he estudiado esto por años.He jugado con varias personas para llegar aquí. Y no me arrepiento, voy a ser la diosa que siempre qu
Último capítulo