Ya eran las seis y media, y varios autos se dirigían hacia la Villa X.
Entre ellos iba Riley.
Jessie había dicho que vendría después de que terminara el evento.
Tras una hora de viaje, los autos estacionaron en la Villa X, y todos comenzaron a bajar uno por uno.
Ya era de noche y hacía fresco. Desde el balcón de las habitaciones con vista, se podían ver las luces de miles de casas.
Los tres niños mostraban distintos niveles de emoción en sus rostros.
Christian y Eleanor estaban felices porque era la primera vez que salían tan lejos desde que habían regresado al país, y además pasarían la noche en la villa.
Christopher estaba contento porque podía jugar con sus padres y sus hermanos.
Toda la familia se veía ordenada y armoniosa, como si mamá y papá ya se hubieran reconciliado.
Sin embargo, nadie sabía que el peligro se acercaba sigilosamente.
En ese momento, Sisca ya estaba disfrazada y había llegado cerca de la Villa X. Sin embargo, no se quedó en la villa, sino en una casa de campo c