Alessia permaneció en silencio, su rostro mostrando una expresión compleja.
Si le contaba a Dominic que Chris había desaparecido, él sin duda se pondría sospechoso, especialmente porque todavía había otro “Chris” en la vieja mansión.
Pero, al pensarlo mejor, no podía ser tan egoísta.
No podía dejar que Christopher estuviera en peligro solo porque no quería que Dominic supiera sobre Christian y los demás. Después de todo, tener una persona más buscándolo podía significar encontrarlo un minuto antes.
—Yo… —Alessia estaba a punto de hablar con sinceridad cuando varios coches entraron por la puerta de la acería.
La puerta del coche que iba al frente se abrió y David salió.
Al bajarse, David metió la mano y levantó a un niño pequeño.
Y el niño que sacó no era otro que el desaparecido Christopher.
David se había encontrado por casualidad con Christopher emergiendo de entre la maleza mientras se dirigía hacia allí con su gente.
Tan pronto como Alessia vio a Christopher, olvidó todo lo demás