¿Sabes lo que está pensando? ¿Qué pasa por su mente?
Alessia sentía que la abuela Carter en realidad no lo sabía. Justo cuando estaba por explicarle, vio que la anciana cambiaba de tema:
—Escuché que Ava no es tu madre.
—Sí —asintió Alessia—. Solo fue un malentendido entre Ava y yo.
No quería mencionar las intrigas de Ava frente a su abuela, ni tampoco preocuparla innecesariamente.
—Bien. Con el carácter de Ava, en verdad no merece ser tu madre —apenas escuchó esto, la abuela Carter no pidió explicaciones y de inmediato se puso del lado de Alessia, criticando a Ava sin reservas.
Sentirse defendida abiertamente por alguien le calentó el corazón a Alessia.
Entonces, la abuela Carter tomó la iniciativa:
—Si quieres buscar a tus verdaderos parientes, la abuela puede ayudarte.
—No, abuela, no es necesario —rechazó Alessia—. No quiero buscar a nadie. Ya te tengo a ti, y con mis tres hijos me basta.
—Sia, de verdad no sé qué decir de ti. Eres tan buena, y eso parte el corazón —los ojos de la