Emily
La noche se deslizaba como tinta negra por las ventanas de la habitación. Me removí entre las sábanas, sintiendo el peso de mi vientre cada vez más prominente. Siete meses. Siete meses sin Daniel y con tres vidas creciendo dentro de mí. Tres corazones que latían al compás del mío, ajenos al dolor que me consumía.
Cerré los ojos, dejándome arrastrar por el sueño que me acechaba cada noche con más intensidad.
*"Emily..."*
La voz de Daniel flotaba en la oscuridad, tan real que casi podía sentir su aliento en mi mejilla. Extendí la mano, buscándolo en la penumbra de mi subconsciente.
*"No puedes seguir así, Em."*
Su rostro apareció frente a mí, pero había algo diferente. Sus ojos, siempre cálidos, me miraban con una mezcla de tristeza y resignación.
*"Tienes que dejarlo ir"*, susurró otra voz.
Christopher emergió de las sombras, colocándose junto a Daniel. Ambos hermanos, tan diferentes y a la vez tan similares, me observaban con una intensidad que me robaba el aliento.
*"No puedo"*