POV Samantha

He tenido un día tan fatal como revelador. Y lo digo así porque algo en mí gestaba la tormenta perfecta mientras enfrentaba a Javier.

Él sigue siendo intimidante, tan soberbio y avasallante como siempre. Lo que me lleva a pensar que lo que sucedió entre nosotros y mi posterior partida, no le afectó ni siquiera un poco, aunque en ese momento me estuviera exigiendo explicaciones.

Como si él, no tuviera que darme ninguna.

Sinvergüenza.

Todo esto no hace más que reforzar lo que mi alma ha sentido durante todos estos años: que estuve enamorada de alguien que jamás existió. Posiblemente, lo que vi en él era yo reflejándome.

Sonrío con amargura mientras recuerdo una frase de Persuasión, un libro que amaba leer:

“No hubo dos corazones tan abiertos, ni gustos tan parecidos, ni sentimientos tan al unísono. Y ahora eran como extraños; peor aún, porque jamás podrían volver a conocerse. Era una separación perpetua.”

Nada refleja mejor lo que somos hoy con Javier: dos extraños que ap