Un par de meses después…

Oliver y Emma tenían una relación; aunque no se podía decir que eran novio, porque lo que existía entre ellos era mucho más fuerte e importante que eso. Oliver le había insistido varias veces que se casarán, que el momento había llegado; ella por otro lado le decía que se dieran tiempo, que disfrutarán del maravilloso momento que estaban viviendo.

Aún cuando Emma continuaba trabajando en el centro, trataba de escapar siempre que podía para estar juntos y la distancia lejos de ser un problema; volvía su situación a su parecer aún más romántica. La verdad es que aunque no estaban comprometidos, sabían que solo era cuestión de tiempo para que pasará; era algo seguro.

Emma termino la última de las clases que impartía y decidió tomar un respiro. Atravesaba el patio, cuando de pronto vio acercarse corriendo a Paul y es que desde el momento en que aprendió a caminar se había vuelto un torbellino lleno de energía difícil de controlar. Por fortuna, siempre tenía a más