Emma por su parte reía por la broma que acababa de gastarle a Oliver, tratando así de aligerar por completo el ambiente que les rodeaba; más al levantar la vista se dio cuenta de la expresión que esté tenía en el rostro. Para él claramente no había sido gracioso su comentario y es que no había tomado a broma sus palabras. Sus ojos estaban bien abiertos, su respiración se volvió rápida e incluso parecía ruborizado.
Emma estaba a punto de preguntarle si se encontraba bien, cuando de pronto este se levantó y se le acerco con premura. No tuvo tiempo de reaccionar, pues cuando menos se lo espero la tomo por el rostro y comenzó a besar sus labios. Primero ocurrió con ternura, apenas era el roce entre ellos; más pronto aquel contacto comenzó a volverse algo mucho más poderoso y pasional.
Después de eso no estuvieron mucho tiempo más en la sala, pues pronto pasaron a la recámara. Aquella noche estuvo llena de besos, caricias y sobre todo mucho amor. Por primera vez no tuvieron sexo, sino que