A la mañana siguiente, llego a primera hora a la casa de los Grant y fue recibida una vez más por los guardias de seguridad de la puerta; los cuales la revisaron a ella y sus pertenencias. Solo cuando estuvieron conformes le permitieron el paso, para posteriormente ser recibida por Luisa.
Traía consigo sus cosas como se lo pidieron, las cuales consistían en una pequeña maleta y una bolsa de viaje, además de su maletín. Luisa entonces la llevó nuevamente escaleras arriba, deteniéndose en la puerta a un lado de la habitación de Oliver. Esta era espaciosa y cómoda.
—Ocuparás esta habitación, pues está conectada con la de Oliver con esa puerta —le dijo, haciéndole notar la puerta que se hallaba en un extremo.
—De ese modo podrás estar al pendiente de él todo el tiempo —le explicó.
—Gracias. Mientras más cerca me encuentre, será más fácil para mi realizar mi trabajo —reconoció, consciente de todo lo que tendría que hacer para ayudarlo a salir adelante.
—Confió en que aquí tendrás todas las