Estaba desesperada, no solo por irse de ahí cuanto antes; sino también por alejarse de él.
—Yo podría... —comenzó a decirle, un tanto dudoso; pero mostrándose solicitó con ella.
—No, ella me ayudará con mis curaciones —negó de forma tajante.
—Está bien. Entonces los esperó afuera para llevarlos a casa —accedió, disponiéndose a salir.
—¿Cómo dices? —le pregunto con cierta molestia.
—Digo que irán a casa conmigo —respondió con toda naturalidad y es que para él era de esa forma, no había motivo a su parecer para hacer algo diferente.
—¿Quién dijo que aria algo semejante? —le preguntó, poniéndose a la defensiva.
—Es obvio; después de todo necesitarás de mucha ayuda en tu recuperación y con el bebé. No tienes a donde ir y eso no es bueno para ninguno de los dos —fue muy claro en cuanto a lo que pretendía que pasará.
—Aun cuando eso sea verdad, no aceptare ir a tu casa. No necesitó de su lastima para salir adelante, ya lo hice una vez y ten por seguro que lo volveré a hacer —afirmo con tota