Unas horas después, el doctor Álvarez al fin regreso con noticias para ellos.
—¿Cómo esta Emma? —indago Oliver en cuanto lo vio aparecer.
—La operación ha terminado y todo parece haber salido bien —reconoció, visiblemente agotado después de las arduas horas que había trabajado en el quirófano.
—¿Cuál es su situación? —cuestionó muy angustiado por cómo se encontraba.
—Bien, aun cuando todo fue más difícil de lo esperado. Por fortuna pudimos reparar los daños en su espina casi perfectamente —le aseguro, complacido al respecto.
—Entonces, estará bien —admitió muy ilusionado al respecto y es que solo buscaba su bien.
—Me temo que no lo sabremos hasta que salga de recuperación y la inflamación disminuya. Como ya saben, solo entonces podremos ser más claros con su situación —aseguro, sin necesidad de ahondar al respecto; después de todo habían pasado por lo mismo hacia poco más de un año.
—Su vida no corre peligro, ¿cierto? —deseo saber, en verdad angustiado por eso.
—Me temo que no puedo as