Elena es una mujer que día a día muere un poco más por ser lo que él quiere que sea. Mientras que su mejor amiga se convierte en la amante de su esposo.
Leer más"Veo en ellos un sinfín de sentimientos, puedo leerlos con un simple gesto. La ira representada en su ceño fruncido. La tristeza de su alma en aquella mirada evasiva que busca un lugar seguro en el piso. La rebeldía y la negación, se pueden observar en la postura de sus brazos cruzados y rostros llenos de gestos de superioridad. Pero es en aquellos rostros en los que una vieja amiga, la soledad, roba su interés hacia la nada; perturbando su mente y llevándolos lejos del presente, quienes finalmente llaman más mi atención"
Ethan observa a Elena recostada en una camilla de hospital debatiéndose entre la vida y la muerte. Su rostro lleno de magulladuras y cortadas no es lo peor que ha visto; sí, lo que más le ha dolido. Recuerda la primera vez que la vio: era joven, dulce e ingenua; su cabello oscuro estaba más largo, y por ese entonces tenía un cuerpo con bonitas curvas que le provocaron insomnio durante muchas noches después. Puede enumerar cada una de las cualidades que descubrió la noche en que la conoció. Sin embargo, los ladrones de su corazón, no fueron otros que sus dos grandes ojos verdes que lo miraban con desconfianza. Reconoce que la mujer de los recuerdos no se parece en nada a la que hoy duerme frente a él. Cierra los ojos y respira profundo, trata de encontrar el momento exacto en el que ocurrió su cambio, pero no lo encuentra; no lo recuerda.
«¿Cómo no me di cuenta?», se reprocha en silencio. Sabe que puede ser demasiado tarde para salvarla o para arrepentirse.
Desea poder regresar el tiempo para desechar el orgullo y reconocer que nunca dejó de amarla; y que fue un tonto por negarse a sí mismo la verdad. Sí, todavía siente amor por ella.
«¡Estoy tan avergonzado! Y todavía así, rechazo la idea de suplicarle perdón».
Arrastra una silla al lado de la camilla dispuesto a continuar velando el sueño de Elena. La culpa lo atormenta por toda la humillación y el sufrimiento que le causó. Coloca los codos en las rodillas y una vez inclinado, se cubre el rostro con la palma de sus manos en un intento vano de esconder su vergüenza al mundo. Sabe que la vida no tendrá misericordia con él, o, al menos, no lo hará su conciencia. Por eso su mente prodigiosa lo tortura con los recuerdos de su estupidez y con las fantasías de lo que pudo haber hecho bien. Arruinado y solo, se deshace en ira, lágrimas y desconsuelo.
Elena volvió a Estados Unidos luego de tres años desde que llegó a Italia buscando olvidar, salvarse. En cambio, Gianni, tenía ya un año viviendo en Chicago. Ella había querido abrir una sede más de su fundación allí.El avión aterrizó a las 12:00 del mediodía, pisó suelo americano sintiendo una opresión en el pecho debido a los nervios, le aterraba no saber a qué se enfrentaría después de tantos años de ausencia.Sabía que era una cobarde al haber huido de esa manera, pero en ese momento de su vida no se sentía preparada para enfrentar a Ethan, posiblemente esperaba algo de ella que ya no podía dar. Pero su temor más fuerte era saber que no la eligió, tantas noches pasadas se había torturado pensando en que él volvía con su amante cada noche, mientras ella estaba internada en la clí
Para Elena entrar a la clínica: Un Nuevo Amanecer, solo había sido el primer paso a una gran batalla de por vida consigo misma, su peor enemiga. No podía decir que ahora era perfecta y que era la mujer más segura sobre la tierra; pero lo que sí podía decir, es que había adquirido la valentía y fuerza de voluntad que nunca tuvo para decir: «No», manteniéndose firme a sus ideales. Aprendió a aceptarse y amarse, sin esperar que otros lo hicieran por ella.Cuando se miraba al espejo, trataba de ver las cosas nuevas que había en ella y no las anteriores que no le gustaban. No miraba su cuerpo, ella miraba su alma. Estaba consiente que la sombra que la atormentó durante casi toda su vida, la anorexia, siempre estaría ahí, detrás de ella observando, esperando a que de nuevo flaqueara y regresara llorando a lo único que le dio cons
La miro partir, Quella toma mi mano. —Ella volverá. —me dice, yo no quiero hacerme ilusiones. —Has hecho lo más fácil, lo difícil será esperar hijo. —mi padre palmea mi espalda. Sin poder resistir más los dejo y me dirijo a cualquier lugar lejos de este lugar, de ese momento…Llego a mi auto, abro la puerta y es detenida por alguien.—¿Ethan Donovan? —escucho una voz ronca a mis espaldas. Me giro y me topo con tres hombres. —Sí, soy yo.El hombre de en medio tiene su mano dentro del bolsillo de su chaqueta me hace una seña, lleva un arma, los otros dos dejan al descubierto la suya.—Vas a acompañarnos…«—¿Me amas? —Si.—¿C&oacut
«Llego a nuestro hogar y de nuevo la tristeza me absorbe como un monstruo, me siento en el rincón que hasta hoy se ha convertido en mi lugar favorito, desde ahí puedo ver todo el departamento. Puedo verla a ella cocinando, bailando mientras sirve la mesa. Mirando la tele mientras ella acaricia mi cabello y mi rostro que se encuentra entre sus muslos. Y si cierro los ojos puedo escucharla decirme «Te amo, Ethan». La recuerdo e imagino que ella está conmigo… me levanto y busco una hoja de papel y bolígrafo, cuando los encuentro me siento de nuevo en el mismo lugar y comienzo a escribir.No sé cuánto tiempo ha pasado, mi teléfono vibra a través del bolsillo del pantalón, tomo la llamada y es Jonathan, me dice que hay problemas, nue
«Quella me ve llegar» …—Elena está esperándote, quiere verte —su corazón comienza a latir apresuradamente. Al fin, ella quiere verlo.—Gracias. ¿Sabes si papá la dará de alta mañana?—Sí. Mañana mismo se internará en la clínica especializada. Mi padre me ha dicho que ocupará una enf
«Elena se ha negado a verme desde que despertó. Yo he obedecido sus deseos, después de lo ocurrido la última vez que nos vimos no me arriesgo a otra crisis por parte de ella. Sé que lo mejor en estos momentos es su tranquilidad. Aun así, todos los días, paso medio día detrás de su puerta esperando a que ella quiera verme.Mi hermana me ha dicho que no ríe, pero tampoco llora, de hecho, no muestra ningún tipo de emoción en su rostro. Mi padre está preocupado por su conducta».Ethan se encuentra en la oficina, que, aunque debería estar revisando algunos expedientes, él está sentado mirando el edificio de enfrente por su ventana. No tiene ánimos ni siquiera de respirar. Sin embargo, su lapso de miseria es interrumpido cuando la puerta de su oficina se abre abruptamente y su nueva secreta
Último capítulo