«Existe una frágil línea que separa el egoísmo del amor verdadero. Por cierto, muy fácil de romper».
Ethan mira a su secretaria preparándose para salir a comer. La mujer no deja nada sobre el escritorio que no deba estar ahí, no hay nada fuera de lugar, ella es ordenada y eficiente como debe ser una secretaria. Caroline le sonríe cuando lo descubre observándola.
—Hoy comerás con mi esposa, ¿cierto? —La voz de Ethan es suave y provocativa. La ve torcer los labios en una sonrisa apenada.
—Como cada fin de mes, señor.
—¿Habla de mí? —realmente quería saberlo. Pero ambas mujeres eran discretas. Tal vez era por eso que, a pesar de que Caroline era amiga de su esposa, había durado mucho tiempo siendo su secretaria antes de que se convirtieran en amantes.
—Para nada. E