Un viento frío se coló por debajo de la puerta de Sophia, provocando un extraño silbido, fantasmagórico y espectral. El clima había cambiado abruptamente, y ya no había cálidas tardes de otoño para disfrutar. Ahora los días se habían vuelto helados y grises, anunciando la inminente llegada de un crudo invierno.
Un par de pies envueltos por unas pantuflas de un popular personaje de Disney aparecieron en el marco de la puerta. Era Sophia que iniciaba su jornada con su rutina diaria. En el sofá, Rex descansaba a gusto, con la manta envuelta sobre su cabeza, roncando y ladrando en sueños, ajeno a que su cuidadora había iniciado su jornada. Reprimiendo un bostezo, Sophia se acercó a la pava eléctrica y presionó el botón de encendido para hacerse un café. Miró a través de la ventana de la cocina y observó su jardín: Casi todos sus árboles estaban en estado latente, iniciando el sueño del invierno, y debería de aprovecha para podar algunas ramas.
Un mensaje llegó a su teléfono, que le advirt