Lorenzo bajó de la camioneta, luego lo hizo Santiago, y abrió la puerta para que Cala bajara, Blake bajó al final y sacó algo del bolso de su chaqueta de piel.
—Toma —dijo Blake, y estiró la mano.
Cala abrió los ojos sorprendida por lo que Blake le estaba entregando.
—Esta maldita osadía, fue la que hizo que saliéramos antes de lo previsto —explicó y caminó de prisa al avión, Santiago hizo lo mismo y Lorenzo se detuvo a esperar a Cala, cuidando de que no hiciera alguna locura.
Cala abrió aquello que Blake le había entregado, era su pasaporte, Blake había mandado a un par de hombres a buscar las cosas de Cala, y para fortuna de él, los documentos de Cala, estaban en su maleta, Cala era Italiana de nacimiento y por una mera casualidad del destino regresaría al país qué la había visto nacer y también irse a los pocos mese de nacida.
Ella se quedó en silencio por algunos segundos, Blake la miró desde lo alto del avión, y Lorenzo supo que debía llevarla con ellos.
—Señorita Cala,