Crysthel Bruce, es una estudiante de primero de bachillerato. Desde que empezó a convertirse en mujer ha amado a Adiel Brenes, un joven profesor, sobre todo, mejor amigo de su hermano. Adiel desapareció de su vida hace dos años, volvió a reaparecer siendo su profesor. Pero Adiel ya no es un hombre soltero como ella lo conoció, él está casado con una licenciada del mismo instituto. A pesar de ser un hombre ajeno, Crys no puede dejar de soñarlo y dicerle en sus sueños que siempre lo amará.
Leer másTengo una familia maravillosa, una familia de esas que se aman con toda el alma y que todos se llevan de lo más bien, dónde no existe la envidia y el rencor.
Son tres hermanos los que tengo, incluida mi hermana, en total somos cuatro. Mi hermano mayor es un importante militar que acaba de salir de franco, después de algunos meses sin verlo, ha regresado.Mi segundo hermano estudia la universidad al igual que mi hermana, ambos siguen la misma carrera, tras de nacer el mismo día, han elegido estudiar lo mismo, sus metas son llegar a ser doctores importantes en el país.Ahora que mi hermano ha regresado, lo más probable es que por la noche se realice una reunión familiar con los más allegados a él y la familia. Supongo que Adiel, el mejor amigo de mi hermano y mi profesor, se hará presente.Pensar en eso me emociona, pero a la vez me entristece, porque seguramente no llegará solo.*Cuando la noche llegó, la familia se hizo presente. No toda, al menos la de papá si, ya que era una familia pequeña, solo era él, mi tía y el insoportable de su hijo. Los padres de mi papá habían muerto cuando era muy joven y mi tía una adolescente. Por eso papá cuidaba de su hermana, incluso porque era madre soltera, cuidaba de ella al igual que Diego.Los amigos de Jack también se hicieron presente, algunos vinieron a darles las buenas nuevas y se marcharon, otros se quedaron de largo, entre ellos Adiel.Aunque no fueron compañeros del colegio, porque su amistad empezó fuera de este, Adiel se había convertido en su mejor amigo, y en realidad me alegraba que se hubiera hecho presente, más aún que viniera solo.Adiel; vestía un pantalón rojo tubo, con un buzo blanco ajustado a su cuerpo, dejando notar los vigorosos brazos que poseía, sobre todo, su firme abdomen.Él era tan guapo que, atraía la mirada de todas las mujeres que se habían hecho presente está noche, incluyendo la mía. Él me sacaba más de un suspiro y dejaba mi corazón totalmente alocado y mi mente embobada.Me encontraba parada en lo más alto de las gradas, soltando más de un suspiro que dejaba vacío mis pulmones. Desde aquí lo contemplaba sonreír con mi hermano, cada expresión de su rostro me fascinaba, me tenía tan atrapada que, no podía dejar de observarlo, y cuando su mirada deparó en mí, desvié la mía a otra parte.—Crys, ven— Solicitó Jack y devolví la mirada a ellos.Caminé con el temblor en mis piernas, mis manos estaban completamente heladas y mi pecho retumbaba cómo parlante de discoteca, llevaba la mirada clavada en el suelo, y cuando estuve delante de ellos la alcé y me encontré con la de Adiel.Joder, me estaba observando fijamente, y aquello encendía más mi nerviosismo. Mi corazón latía desenfrenadamente, no sabía cómo detenerlo y sabía que, si mi hermano me pedía que los acompañara, no creía poder hacerlo, y si lo hiciera, terminaría descubierta.—Crys, mamá te llama—, informó Xime, acarreé la mirada a ella, solo así logré recobrar el aliento.—Ya vuelvo—, dije y me dirigí hasta la cocina, dejando a la espera a mi hermano con Adiel y otros que los acompañaban.—Aquí estoy—, dije parándome a un costado y atrayendo la mirada de mamá, ella me observó de arriba a bajo y musitó.—¿Es acaso esa mi hija menor?—Claro que lo es, está preciosa—, me halagó Flavio, mi otro hermano, me llevaba con cuatro años y era súper alto, me abrazó por detrás y me dio un beso en la cabeza.Fla siempre olía tan rico, y era muy guapo, por eso tenía a todas las chicas de la universidad locas por el, aunque era un engreído y mimado, pero también era un caballero, él, sería el futuro cirujano de la familia Bruce.—Lleva esto a tu hermano y a su amigo—, ordenó mamá—Pero…yo ¿por qué?—Bueno porque no hay nadie más, además se que mueres por estar pegada a tu hermano como una garrapata, al igual que de tu profesor Adiel—Oye Ma, eso no es cierto—, reproché agarrando la bandeja, mi madre sonrió y continuó en lo que estaba.Flavio ya había desaparecido de mi lado, no le gustaba la bebida y por ello evitaba estar cerca de quienes bebían.Con la charola en mano di la vuelta y suspirando profundo me dirigí a ellos. Cuando se trataba de Adiel me era inevitable no suspirar, como todos los días antes de ingresar a su hora de clases. Aunque siempre había sabido ocultar mi amor, y esta noche no sería la excepción.Caminé con mis piernas temblando de nerviosismo, me reprendía así misma por no poder controlarme, traté de pensar en algo más que no fuera Adiel y su mirada cautivadora, traté de olvidar la cercanía en la que estuvo hoy en clase, por consiguiente, la cercanía en la que estaríamos en un par de segundos, pero me era imposible sacarlo de mis pensamientos.Al llegar, coloqué la charola sobre la mesita sin mirar a nadie, temía encontrarme nuevamente con la mirada de Adiel, de hacerlo, si que quedaría al descubierto.—Aquí está, ¿para que me llamabas Jack? —, pregunté solo mirando a mi hermano.—Era precisamente para esto pequeña, gracias por traerlo—, le regalé una sonrisa y me propuse a marcharme, pero la voz de Adiel me hizo detener en seco.—¿No piensas quedarte con nosotros como hace años atrás? —, inquirió llevándome de vuelta al pasado.—Es cierto hermana, antes no te despegabas de nosotros, ahora te vas como si escaparas de algo, ¿o es que Adiel es un profesor horrible?Escuché a Adiel sonreír, me giré y conecté la mirada con la suya al mismo tiempo que bebía de su copa. Me miró sobre el filo de la copa y eso me provocó un cosquilleo en la guata.—¿Eres un ogro en el colegio Adiel? —, inquirió Jack. Adiel volvió a reír mientras tomaba y eso le provocó que se encasquille, inmediatamente Jack le dio palmadas en la espalda. La encasquillada de Adiel provocó mucha gracia y empezaron a reír como locos, y sus sonrisas terminó contagiándome.—Vaya, al fin vuelve a sonreír mi novia chiquita—, pronunció y volvió a beber, aquello disipó mi sonrisa.—Ya no puedes decirle así Adiel, tú ya eres casado y mi hermanita ya ha crecido.—Sabes que lo digo de cariño, ella siempre será mi novia chiquita—, lo dijo mirándome fijamente y quiñándome un ojo —Bueno, hasta que se case.Así era como me solía decir cuando era una puberta, y eso creo que alimentaba más el sentimiento que habitaba en mi corazón.Ante nuestra mirada fija, Jack carraspeó la garganta y cambió de tema, en cuanto yo bajé la mirada al suelo y continué ahí parada como una estatua, de pronto alguien tocó mi cintura trayéndome de vuelta de lejanos pensamientos.—¿Puedo sentarme aquí?— Preguntó Diego aún sosteniendo con una de sus manos mi cintura. Al verlo y sentir su toque inmediatamente me aparté.Apreté los dientes al recordar que me tocó, era tan asqueroso que no desaprovechaba la más mínima ocasión para estarme tocando.—Si claro, siéntate, tú también Crys.—Yo…yo debo ayudar a mamá, Jack—le dije y me retiré antes que insistiera.Caminé lo más rápido que pude, mientras más lejos estuviera del miserable de Diego mejor para mí.Me senté junto a Xime y empezamos hablar, cabe mencionar que mi hermana y yo nos llevábamos excelente, era la mejor hermana que la vida me pudo haber dado.Después de un rato ella se entretuvo con otras chicas las cuales no me agradaban, por ello salí a la piscina, me senté en una de las sillas a contemplar el cielo estrellado. Respiraba gruesamente recordando la mirada de Adiel, sonreía sola y volví a suspirar.—Quisiera saber quién es el dueño de esos suspiros—, escuché esa voz, lo que provocó una alteración de mis nervios. Una especie de temblor sacudió mi cuerpo, me levanté y me giré en su dirección.Los negros ojos de Adiel me observaron sin dar un parpadeo, caminó lentamente con su copa en mano y sin despegar su mirada de la mía, al quedar delante su mano libre la dirigió a mi rostro, agarrando así un mechón que cubría este y lo colocó tras la oreja, se acercó un poco más dejándome completamente helada. Mi corazón saltaba con tanta emoción, parecía que iba a explotar e incluso salirse de su órbita. Adiel corrió sus labios a mi oído para seguido susurrar.—¡Estás hermosa! — infló sus pulmones y soltó el aire que cayó sobre mi cuello, lo que provocó que mi piel se erizara. Mi corazón latió desenfrenadamente y me sentí tan débil que parecía que en cualquier momento me iba a desmayar —Muy hermosa—, volvió a decir rozando mi oreja.Retuve el aire en mis pulmones, y cuando se alejó un poco para beber de la copa que sostenía en sus manos solté el aire. Después de beber volvió a clavar esos negros ojos en los míos y con una hermosa sonrisa musitó —Estás pálida, ¿viste algún fantasma?¡Por dios!, que hombre tan hermoso, podría lanzarme a sus brazos y hacerlo una y mil veces con él y juro que nunca me arrepentiría.—¿Yo?— miró a su alrededor y sonrió—¿Hay alguien más aquí?—No…—¿Entonces? ¿A quién más crees que me estoy dirigiendo?Joder, mi tonto corazón se emocionó a un punto que el martilleo se volvió a incrementar.—Profesor Adiel—. Diego se acercó a nosotros y vociferó —Jack lo busca.Adiel se alejó de mí, tomó el último residuo de la copa y dijo a Diego —¡Gracias!Regalándome una quiñada de ojo, Adiel se marchó, por consiguiente, quise hacer lo mismo, pero la mano de Diego me sujetó con fuerzas del antebrazo.—Ya no tengo duda, andas locas por el profesor Adiel.Sus dientes raspaban mi cuello llegando hasta el mentón, aquellas manos divinas rodaban por mi delgada espalda y sus muslos eran el sostén de mis nalgas, mientras mis piernas estaban envueltas en su torso.Aquellas suaves manos se envolvieron de mis hombros y los afilados dientes apretaron mi labio inferior y lo templaron con suavidad al mismo tiempo me empujaba desde ahí para embestirme con suavidad llevándome al paraíso.—A…di…el—, tartamudeé en un susurro cuando me recostó en la cama y volvió a entrar en mí, llenado mi núcleo con su vigoroso y exquisito miembro, y cuando se empujó, cuando me embistió gimoteé completamente excitada.Nunca pude olvidar su toque, besos, caricias, gruñidos, exhalación rápida, áspera y agitada, sus contundentes embestida, susurros de un te amo a mi oído. Lo de regarse en mi interior era nuevo, una nueva experiencia la cual ha sido exquisita y placentera. Joder, esto era el mismo paraíso, estar en sus brazos era como alcanzar la gloria y ser dueña del un
POV DE CRYS.Yo nunca imaginé que el día de mi boda, el novio me abandonaría, y por alguna razón no lo odiaba menos lo juzgaba. Él solo hizo lo correcto, no podía quedarse a mi lado para intentar sacar a un hombre que llevaba años ahí, un amor que no sabía si algún día podría reemplazar.Cuando dije, “voy a marte por siempre Adiel”, lo dije porque en ese momento sentía que no había ni habría en el futuro un hombre al cual pudiera amar tanto como lo amaba a él, y creo que sí no hubiera aparecido de nuevo en mi vida, lo hubiera olvidado, pues Will era un maravilloso hombre, estaba convencida de que a su lado sería muy feliz, sin embargo, el destino no lo quiso así, volvió a ponerme a Adiel delante.Después de este desastre mis padres y hermanos quisieron que regresara a Estaquía, pero no iba abandonar mis estudios, no por haber sido plantada por un maravilloso hombre iba a renunciar por lo que tanto me había esforzado. Ahora más que nunca debía centrar la mente en los estudios.Jack qui
Al igual que Crys, Will estaba convencido que una vez casados y viviendo lejos dónde no se encontrara Adiel Brenes, Crysthel lo llegaría amar con todo su corazón. Se encargaría de cada día hacerla feliz y ayudarla a olvidar ese amor que le hizo tanto daño en el pasado.Will Lewis no estaba dispuesto a renunciar a su Crys, era la única chica que en su jodida vida le había llegado al corazón, y no iba a dejarla libre, no después de que ella lo eligió a él y si lo eligió era porque sabía que a su lado podía ser muy feliz, aunque para eso debieran irse al último rincón del mundo, pero estaba muy optimista que ella lo amaría aún más de lo que amó a Adiel, y que este saldría de su corazón y no habría momento para que lo pensara.Pero no todo salió como Will lo tenía planificado, él había olvidado algo, algo que su padre le había dicho cuando era apenas un niño, y a solo minutos de que empezara la ceremonia, un hombre conocido se acercó a el altar y le entregó un sobre.Will tomó el sobre mi
AUTOR.Después de ese beso, Adiel supo más que nunca que ella aún lo amaba, las palabras que dijo no salieron del corazón, lo que Crys estaba haciendo, era lo mismo que él le hizo cuando la dejó en aquel parque.Ella le estaba haciendo pagar su abandono, pero él no estaba dispuesto a perderla nuevamente. Si cuando llegó y fue por ella se retiró, fue porque la vio feliz, fue porque creyó que ella lo había olvidado, pero luego de ese encuentro, de que la sintió temblar mientras la besaba, no iba a retirarse, iba a pelear por ella, iba hacerle ver qué él, era el único en su corazón.Adiel salió del centro comercial y se dirigió a casa, se sentó al lado de su madre —La vi—, aquella mujer que tenía una pequeña prenda para su nieto le miró.—Lo sé, tu hermana me lo contó—, dejó de lado lo que estaba haciendo —Dicen que cuando el destino te vuelve a poner a esa persona en el camino, no siempre es porque te quiera a su lado, si no, para cerrar algo que quedó abierto.—Mamá, sé que no es eso,
AUTOR. Will sintió un apretujo en el pecho cuando la escuchó defenderlo, cuando la vio desesperada y con las intenciones de salir e ir por él. No necesitaba que ella se lo dijera, bastaba verla actuar de esa forma para saber que ese hombre seguía siendo importante en la vida de ella, que a pesar de los años, no había podido sacarlo de su corazón, y eso lo estaba matando por dentro.—¿Por qué no me lo dijiste cuando nos reencontramos?—No lo sabía, tú padre me lo contó el día que vinieron. Cuando dejaste de ir al colegio, Adiel también dejó de ir, llegué a pensar que habían escapado juntos. Además, no quisiste que habláramos de ese pasado que dolió, ¿lo recuerdas? —, Crys asintió. No era culpa de Will, era culpa de su familia que durante todos esos años no hicieron por informarle lo que había sucedido, seguramente todo era culpa de Jack, él debió poner la denuncia.—Cinco años encerrado por algo que hizo con mi consentimiento—, musitó con dolor.—Tu padre dijo que la denuncia por viol
POV DE CRYSTHEL.El corazón parecía que se me iba a salir, la respiración se me hizo aguda y en el interior de mi guata parecía que decenas de mariposas aleteaban, las manos se volvieron más heladas que un cadáver y mis muslos temblaban cómo si estuviera muerta de frio. Joder, ¿cómo podía su mirada desatar tantas cosas en mí y después de tantos años? ¿Cuánto tiempo había pasado desde que lo vi por última vez? ¿Cinco años con unos dos meses?—Oye Crys, parece que viste un fantasma—, cerré los ojos y llevé la mano libre al pecho cuando lo vi entregar el bebé a un hombre que se le acercó y seguido acercarse a mí, en serio que sentí que iba a desmayarme, más cuando escuché su jodida voz.—¡Crys! —, tenía la mirada en el suelo, y me sostenía con fuerzas de mí amiga, reaccioné cuando esta se quejó de mi agarre, sobre todo cuestionó.—¿Conoces a este hombre?Armándome de valor inhalé profundo y levanté la mirada para seguido conectarla con el negro de sus ojos. Dejando rodar el nudo que se f
Último capítulo