—No terminaré mi amistad con Will solo porque tú y mamá lo quieran —dije y pasé por su lado. Pero antes de que pudiera irme, el fuerte agarrón en mi mano me obligó a detenerme.
Jack me volvió a colocar frente a él y me miró con ojos afilados; se veía súper molesto, puesto que Jack odiaba que le desobedeciera, pero yo tampoco iba a dejar que él y los demás intervinieran en mi amistad con Will.
—Jack, ¿está todo bien? —cuestionó Adiel. Mi hermano esforzó una sonrisa y asintió.
—Ve dónde está papá y mamá —culminó y se dirigió al baño.
Yo volví donde mi familia y me acomodé en una silla alejada de ellos. Me quedé ahí hasta que volvimos a casa.
El tema de Will murió ahí, al menos eso creía yo. Sin embargo, al día siguiente, mi mamá me prohibió que me acercara a Will.
—Cariño, no creo que sea para tanto. El muchacho es divertido… —Papá intentó intervenir, pero mi mamá le lanzó una mirada fulminante y él se calló.
Nadie más dijo nada, no porque estuvieran de acuerdo, sino porque un