Recuerdo de Ashen:
El refugio permanecía en silencio, salvo por el eco lejano de pasos que resonaban en los pasillos. Ashen se encontraba sentada en una esquina, con la mirada clavada en el suelo. Había estado evitando hablar de su pasado durante mucho tiempo, pero después de ver a Diego reunirse con sus hijas, algo en ella se quebró. La imagen de aquella felicidad familiar le devolvió un dolor que creía sepultado. Sabía que no podía huir de esos recuerdos para siempre.
Karen, que pasaba por allí, la vio sentada en silencio y se acercó con cautela.
—¿Ashen? —dijo en voz baja—. ¿Estás bien?
Ashen levantó los ojos lentamente. Su expresión era de alguien que había visto demasiado, que había amado profundamente y perdido con la misma intensidad.
—No —respondió simplemente—. Pero creo que necesito hablar. Aunque sea una vez.
Karen asintió y se sentó a su lado, sin decir nada más. Esperó. Ashen respiró hondo.
—Vivíamos cerca del bosque, pero más al norte, en una pequeña comunidad... Era tra