¿Qué sucedería si este amor está destinado al fracaso? ¿Lograrán Francesca y Alexander ser felices cuando se enteren de la verdad? ¿Podrá el amor que se tienen vencer el odio que se tienen sus papás? Esta es una de varias dudas que estarían formulando tanto Francesca como Alexander a lo largo de la historia. Ellos se conocieron en la tierra, lejos del enfrentamiento de sus papás y desconociendo sus verdaderos orígenes. Poco a poco, ellos empiezan a conocerse más a fondo; a tal punto en que, se convierten en los mejores amigos y con el paso del tiempo, se enamoran. Cuando están a punto de casarse, se enteran de una cruel verdad y es que Francesca es la hija de Satanás y Alexander es el hijo de Dios. Ellos deberán de tomar una decisión entre dos posibilidades que tienen frente a ellos. La primera posibilidad es casarse sin importarles nada ni nadie y la segunda posibilidad es no casarse y poner fin a ese inmenso e intenso amor que no hace más que crecer cada día. ¿Qué decisión deberían de escoger? ¿Lograrán ser felices? ¿Será más fuerte la sangre que el amor?
Leer másSiempre he tenido duda de lo que es realmente el amor y de lo que implica estar enamorado.
El real motivo de eso se debe a que nunca estuve enamorada y por tal motivo, no sabría qué hacer para tener una relación duradera.
Pero, esas dudas empezaron a esclarecerse, en el momento en que empecé a escribir este libro y a escuchar música para inspirarme.
Entendí que el amor es un sentimiento maravilloso que nos hace ver todo lo bueno de nuestra pareja y gracias a que existe el amor, nosotros crecemos como personas y también crecemos en todos los aspectos de nuestras vidas.
Nosotros siempre hemos tenido la fuerte convicción de creer todo lo que nos dicen, pero ¿qué pasaría si lo que nos han dicho no es del todo cierto?
Por el otro lado, tenemos la curiosidad de saber si de verdad existe la inmortalidad, si es cierto que existe vida después de la muerte o que pasaría si Dios tuviese otro hijo aparte de Jesús o que Satanás tuviese su descendencia.
¿Qué pasaría si existiese otro hijo aparte de Jesús? ¿Cuál sería su función? ¿Contra quién pelearía para que pueda prevalecer el bien sobre el mal?
¿Qué pasaría si existiese un mal superior del que conocemos y amenaza con nuestra paz y tranquilidad y con todas las personas quienes habitamos en la Tierra, cielo y en el Infierno?
¿Qué pasaría si de verdad existiese la inmortalidad? ¿Qué pasaría si hay vida después de la muerte?
¿Es pecado amar y desear lo prohibido? ¿Qué somos capaces de hacer para que ese amor prohibido deje de serlo?
Son algunas de bastantes dudas e interrogantes que nosotros siempre hemos tenido y que no sabemos cómo contestarlas.
Una de las interrogantes que nosotros tenemos es, si Satanás, Lucifer y el Diablo son la misma persona.
Dicen que Satanás, el Diablo y Lucifer, son la misma persona; pero, investigando, descubrí que, son entidades completamente diferentes y que no son iguales en nada.
Hay personas quienes dicen que son tres entidades completamente diferente y que las religiones decidieron que fuesen una persona para infundirnos más el miedo.
En cuanto a la entidad quien gobierna el infierno, hay dudas al respecto y nosotros tenemos nuestra teoría al respecto.
Todo el mundo tiene bien asumido que Satán gobierna en el infierno de forma suprema. Lo cierto es que no todas las religiones lo ven de esa manera.
En algunas creencias solo se Satán para decir que irá al infierno después del juicio final. ¿De dónde ha venido entonces la idea de que es el rey supremo del infierno?
Tampoco se tiene claro este punto. Una teoría es que en algunas religiones greco-romanas se habla de ciertos dioses que vivían en el inframundo, por lo que luego se pasó a creer que el diablo habitaba el mismo lugar.”
Después de leer esta historia hasta el final, quizás haya personas quienes tengan una opinión diferente acerca de Satanás y de los demonios.
SATANÁS: La palabra Satanásproviene del hebreosatán, que quiere decir ‘enemigo’, ‘oponente’ o ‘adversario’. No necesariamente se refiere a un personaje, sino a aquello que se asocia al mal y a la tentación, es decir, a aquello que separa a la persona de la senda espiritual, que obstaculiza el bien y que se opone abiertamente a este. Según algunos estudiosos, la creencia en la dualidad entre el bien y el mal provienen de la cultura persa, más específicamente de las enseñanzas de Zaratustra, precursor del monoteísmo. Por esa vía, habría llegado a la cultura judía la creencia en un “adversario de Dios” o “satán”. En consecuencia, Satanás aparece referido en los libros de las tres religiones abrahámicas: el judaísmo, el cristianismo y el islamismo. Aunque el término no alude originalmente a un personaje, en la tradiciónSatanás es personificado y asociado con Lucifer, el
“No puedo creer que me enamoré de la hija del Rey del Inframundo y que, al mismo tiempo, es el enemigo más fuerte que tiene mi padre. No se si llamarlo padre, porque nunca estuvo conmigo cuando más lo necesitaba”, se decía a sí mismo, mientras veía la foto de los dos en la playa. “Nuestro amor, nunca irá más allá que esto”, dijo Francesca, mientras entraba a la casa. “Lo mejor será renunciar a lo que sentimos antes que nos hagamos daño”, dijo Alexander, al mismo momento en que empezaba a llorar. “Yo pienso igual que tú, desgraciadamente, esto nos supera enormemente”, dijo Francesca, también llorando.&
Después de que ganaron la guerra, regresaron a sus respectivos lugares, para organizar todo y para curar las heridas y descansar, para estar frescos y bien descansados, para toda la labor que tenían pendientes.Después de una semana de descanso y habiéndose recuperado sus fuerzas y energías, todo volvió a la normalidad y empezaron a cumplir con sus obligaciones.Mientras estaban cumpliendo sus obligaciones, Satanás, Lilith, sus amigos, sus aliados y sus demonios, fueron al cielo, para hablar con Dios y con todas las deidades quienes habitan el cielo.“Hola Satanás, ¿ocurre algo malo?”, preguntó Dios.“Hola Dios, todo está bien. Hemos venido hasta aquí, para hablar del romance de nuestros hijos”, dijo Satanás.“Bien, los escucho&rdquo
Con Atenea en el tártaro, los hombres lobos, tenían la oportunidad de ser humanos, pero decidieron continuar como hombres lobos. Todos decidieron continuar su vida como la han estado llevando hasta ahora y la única diferencia radica en que, se hizo justicia con ellos y ellos están eternamente agradecidos con los hijos de la oscuridad. Los hermanos, Satanás y Lilith Satan, le devolvieron todo a Imhotep, con excepción de la lengua, que eso ya se había encargado Satanás. “Estamos en eterna deuda con ustedes y no sabemos como pagárselos”, dijo Ocípete, la harpía. “Por favor, olvídense de las deudas.
Cuando llegaron al infierno, Lilith Satan y sus amigos, les contaron todo lo que había ocurrido en la tierra y lo que escucharon. Finalmente, Lilith Satan, les dijo a sus papás que el hombre quien está junto a él es el hijo que tanto habían añorado."Satanás, hijo nuestro. Ven aquí por favor y lo mismo tú, hija nuestra, ven aquí", dijo Satanás.Y los dos fueron corriendo en los brazos de sus papás y los cuatro se abrazaron con fuerza y se dijeron lo mucho que se aman."Ahora, sí me siento completo y feliz. Por fin, tengo a mi familia y siento que soy un hombre inmensamente feliz", dijo Satanás, mientras estaba llorando."Lo que hizo la Diosa Atenea, no tiene nombre. Simplemente es despreciable lo que hizo", dijo la bruja Br
Cuando llegaron al infierno, Satanás, Lilith Satan y Lucifer, les contaron con lujos de detalles, como fue el encuentro con Dios, Angel Jahvé y Jesús.Todos estaban de acuerdo con Satanás y Lucifer, en que ellos deberían de estar separados y concentrarse en el entrenamiento que tendrán si desean ganar esta batalla y si después de haber derrotado al Diablo siguen amándose, no pondrán más impedimentos para que se amen con todas las fuerzas de sus almas y corazones.“¿Por qué escogieron el tártaro para el entrenamiento?”, preguntó Hades, desconcertado por la decisión de sus hijos y de los amigos de ellos de entrenar allá.“Porque es el mejor lugar para ver que somos capaces, de ver cuan fuerte somos, de ver y observar nuestras habilidades y debilidades y de poder entrenar junto
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