8. LA HERMANA DEL ALFA
Me paseo de un lado a otro después de dejar a Mat en la entrada. Estoy muy furiosa con mi hermano. Por mucho que trato, no puedo entenderlo. Si pudiera, lo encerraría en un lugar lejos de su Luna. Pero no puedo; él es el Alfa Supremo. Además, me dijo que toda la culpa de lo que hizo Isis era de él. ¿Qué le hicieron para que ella reaccionara así?
—¡No puedo entender a mi hermano! ¡Su Luna casi lo mata, casi nos mata a todos! ¡Y él dice que es su culpa!
Me detengo un momento, mi cuerpo emana una energía tan intensa que las luces del despacho parpadean. Mi mente es un remolino de pensamientos caóticos mientras intento contener la explosión que se avecina dentro de mí.
—¡Es una locura! —grito, lanzando una pila de papeles al suelo—. Mat puede salir de control en cualquier momento. Su vínculo lo está destruyendo. Y, peor aún, podría destruirnos a todos.
Me muevo por todo el despacho, como una fiera enjaulada. Entro en el cuarto secreto. Héctor duerme aún, pero al sentirme, abre los