Mientras todos se concentraban en la batalla, sentí una ráfaga oscura venir hacia mí. Utukku, siempre calculador, me arrojaba energía corrupta tratando de debilitarnos de nuevo. Sin esperar un segundo, levanté mi brazo, convocando un muro de luz que absorbió el golpe con fuerza. Me percaté de que trataba de mantenerme ocupado.
—Jacking —escuché a mi lobo Mat—, esto es una distracción. Estoy sintiendo que algo está pasando con la cueva del tiempo. ¡Alguien quiere trasladarnos en el tiempo, retroceder! —¿Estás seguro, Mat? —pregunté, sintiendo que ambos estábamos en la misma sintonía. —Sí, Jacking. Estamos conectados con esas cuevas —dijo mientras su voz se volvía urgente—. ¡Llama a todos y vamos! ¡Esa cueva está justo al lado de donde está nuestra Luna