194. EL FINAL DEL CAOS
No puedo detenerme ahora. El retroceso en el tiempo amenaza con borrar nuestras existencias; tengo que revertir esta calamidad. Entierro, con todas mis fuerzas, el bastón en la tierra nuevamente, que vibra retumbando por las cuevas, que gimen como si estuvieran heridas de muerte. De mis cuernos de Alfa Supremo salen dos potentes rayos de electricidad, que se pierden en el firmamento. ¡Mangas verdes de energía emergen de la tierra que se abre bajo nuestros pies! ¡Otras mangas negras, repletas de energía, vienen a su encuentro desde el firmamento!
El rayo que lanzo con mis cuernos de Alfa Supremo regresa a la tierra, hundiéndose en ella con un colosal estruendo, abriéndola con un ensordecedor rechinar. El sol se detiene un instante. Torbellinos de viento se desplazan. Una fuerte lluvia hace su aparición, desplazada por una tormenta de nieve y granizos. Rayos y centellas retumban, alumbrando todo a su alrededor. La tierra tiembla y se desgarra con un ruido quejumbroso, como si llorara. L