33. HORACIO
He encontrado a Julieta muy nerviosa dentro de la casa. En ese momento, la veo aparecer con una sonrisa. Se acerca mientras me cuenta:
—Horacio, acabo de hablar con Alex y me ha dicho que salió una noticia en los periódicos y en la televisión diciendo que yo había desaparecido en un accidente de avión.
La abrazo y la beso con verdadera pasión. Al separarnos, se sienta en un sillón conmigo y luego le digo:
—Juli, eso fue idea de Netfis. Disculpa, olvidé decírtelo. Es para los vampiros.
—¡Me parece una excelente idea! —exclama ella y me besa—. Gracias, amor. Pero el pobre de Alex me llamó llorando y asustado.
—Fue un error no avisarle. Él evidentemente te quiere mucho —respondo, recordando la mirada de susto de Alex.
—Desde niña, ellos siempre estuvieron con nosotras —me explica mientras se sienta en mis piernas—. No sé cómo, pero da la casualidad de que todo lo que estudiamos existía en las especialidades de la misma universidad. Nos mantuvimos unidos siempre.
Arqueo una ce