Me aparto del abrazo de Marcus y busco con la mirada a mi Alfa. Su rostro luce ligeramente apenado, pero sus labios dibujan una sonrisa.
—Nada pasa, mi Alfa —digo con dulzura—. Solo estamos celebrando las maravillosas revelaciones de hoy. Jacking, aunque visiblemente relajado tras escuchar mis palabras, observa al grupo con curiosidad. —¿Mi lobo, por qué no me dijiste que ellos también eran sobrenaturales? —pregunto con una sonrisa mientras camino hacia él. —Pues no lo sé. Olvidé mencionarlo —contesta mi Alfa—. ¿Algún problema con eso? —No, mi lobo. Es que crecimos y siempre pensamos estar juntos —le respondo enseguida acariciando su torso—. Pero cuando crecimos, nos fuimos separando. Ahora vamos a estar unidos por siempre. ¡No existe una mejor sorpresa que esta! —Me alegra saberl