35. ¿CASTIGO O PLACER?
RHETT
—Lo que escuchaste, no lo repetiré —le dije raspando en lo salvaje.
Las puntas rosadas de sus tetas me provocaban.
Mi voz salía con una mezcla de las dos especies que me dominaban.
Si alguna hembra le gustaba a mi parte vampírica, no le agradaba a Dante o viceversa.
Pero Blair… ella llenaba cada espacio y satisfacía cada deseo oscuro de mi cuerpo.
Ella nos encantaba a todos.
Bajé las manos para desatarme el cinturón a medio quitar.
Sus orbes llenos de bruma fueron hacia el pico de mi falo, que empujaba feroz contra la tela.
Tragando y con dudas, al fin obedeció.
Mis pupilas codiciosas se deslizaron por su piel tan blanca y cremosa.
Por suerte, no estuvo tanto tiempo en contacto con la Sangre del Cardenal y el agua había lavado el veneno corrosivo.
El cabello negro contrastaba, cayendo por la espalda hasta la curva de ese trasero que moría por azotar.
—Inclínate hacia delante y agárrate con fuerza a las tuberías.
Le ordené, disfrutando de su obediencia.
Uno de mis fetiches más re