[El tercer libro de la saga de Wolfsong] Tras la captura de Alastor, Anna y Dante viajan a la isla de Arcadia y se infiltran en el palacio de Interlunio, para poder rescatarlo, lo que les permitirá descubrir quien es la persona responsable de todo el sufrimiento de la familia real y todas sus desgracias. Acompaña a esta pareja y a los demás a resolver finalmente este misterio.
Leer más―Tal parece que Arcadia nos quitó muchas cosas, pero ahora, nos las está regresando poco a poco ―dijo Anna sonriendo al recordar lo feliz que Gabrielle y Marcia lucían con que Ragnar fuera la segunda oportunidad de la gamma ― ¡Oh! ¿Donna también cocinó? ―preguntó al notar en uno de los refractarios una ensalada tropical que Donna solía hacer―No, Dona está demasiado ocupada enseñando a las cocineras de la finca ―dijo Dante riendo―Que los secretos de la cocina de Donna se extiendan hará muy feliz a mis abuelos ―dijo Anna riendo al mismo tiempo que le tendía un plato cuando el joven se sentó frente a ella―Sobre todo a su excelencia Bastián, quien no para de pasearse por la cocina para probar los bocadillos que ella prepara para la Luna Iva ―dijo Dante antes de dar un mordisco a su emparedado―Eso escuché ―dijo Anna cubriendo su boca ―Si te soy honesta, creo que Dona está encantada con la atención, y ahora con el negocio, dudo que ella y Melba vuelvan pronto a la manada ――Lo sé, yo ta
―Esto… ¿Está muy lejos? ―preguntó Anna mientras se acomodaba su gorra nuevamente―Una media hora andando ―dijo Dante mirándola de reojo ― ¿Quieres que te lleve? ―preguntó al verla fruncir el ceño― ¿Puedes? ―dijo ella girándose hacia él con su propia versión de la cara de puchero que Ares solía hacerles―Vale, vale, lo haré, eso no es necesario ―rio Dante bajando la cesta ―Acomodemos esto para que no te compliques demasiado ―― ¡Oh! ¡Son delicias de fresa! ―exclamó Anna cuando el dulce aroma del azúcar inundó su nariz―Ayer le conté a Melba que tenías muchas ganas de comerlas, así que le pedí que te hiciera una caja para ti solita ―dijo Dante, quien no pudo evitar soltar una carcajada al ver como Anna se limpiaba la boca discretamente― ¡Muchas gracias! ―exclamó Anna la mar de feliz antes de comenzar a mover algunas cosas para guardar sus botellas con agua y la caja de chocolate ―Pero, Dante, ¿dónde comeremos? Dijiste que era una playa virgen ――Cariño, confía en mí ―respondió él al m
Tras una breve charla, Anna y Dante se despidieron de todos en la tienda de instrumentos y retomaron su camino rumbo al pueblo de Arzeth, donde al llegar, Dante se detuvo en una pequeña tienda de conveniencia para comprar algunas bebidas para acompañar la comida que Melba había preparado.― ¿Necesitas algo más cariño? ―le preguntó Dante a Anna mientras que él tomaba un par de botellas de agua con gas―Unos chocolates… ―murmuró Anna distraídamente mientras se paseaba por los pasillos― ¿Sólo eso? ¿Estás segura? ―preguntó el joven ―Según me dijo tu abuelo, rumbo a la playa, ya no hay más tiendas más adelante ――Lo sé, es por eso por lo que… ¡Ah! ¡Los encontré! ―exclamó Anna tomando una elegante caja de color dorado―No sabía que eras fanática del chocolate con licor ―dijo Dante arqueando una ceja ―Honestamente, ni si quiera sabía que conocías esta marca, pues esos chocolates, solo se hacen aquí ――Nunca los he probado ―admitió Anna al mismo tiempo que tomaba dos cajas ―Es solo que me l
―Oh, es la verdad y lo sabes Robert, ¡se te da mejor! ――Ya, pero ¿lo de cabeza dura era necesario? ――Sí, ¡por terco! ―gruñó Charles negando con la cabeza ―Princesa, el total sería de ochenta Seles ――Maestro, cóbreme el precio real ―dijo Anna frunciendo el ceño, pues el precio marcado en la guitarra era de doscientos―De ninguna manera ―dijo el hombre con seriedad ―Princesa, para mí es un honor hacerle este descuento, ya que ha tomado una de mis mejores guitarras, con su conocimiento, algo me dice que es para alguien con experiencia ――Me da mucho crédito ―dijo Anna negando con la cabeza ―Elegí esa guitarra porque es idéntica a la que Jared tenía en casa, aunque, bueno, sin duda mi guardián es un experto ――Perdone ¿ha dicho “tenía”? ―preguntó Charles―Nuestra manada fue atacada, y según lo que la madre de Jared me contó, su guitarra fue destruida durante el ataque ――Por la diosa, ¿qué fue lo que sucedió? ―preguntó Robert con preocupación―Para intentar debilitar a mi padre, nuestr
Divertido, el joven rio y se dio la media vuelta para poder verlas.―No soy un isleño, pero he vivido aquí por tres años debido a mis estudios ―explicó el joven ―Este verano planeaba volver a casa de vacaciones junto a mi hermana que está por terminar el instituto, pero, bueno, debido al estado de alerta, ambos nos quedamos varados aquí ―dijo con un suspiro ―Y ahora que todo ha pasado y que el estado de alerta ha pasado, mis padres optaron por venir a visitarnos y a conocer a la familia real ―― ¿Qué estudias? ―preguntó Pía con curiosidad ―No me pareces un joven de instituto ――Es porque no lo soy ―dijo él con amabilidad antes de indicarle a Anna un muro donde se encontraban diferentes tipos de guitarras ―Estudio en la Universidad Privada de Arcanis ―― ¡Oh! Lo siento ―masculló Pía ―Es usted un joven alfa, ¿cierto? ――Ni tan joven, eh, tengo veinte años ―respondió él con una suave risa ― ¿Cómo llegaste a esa conclusión? ――Bueno, es que, según me explicó mi compañero, la Universidad P
Algo dudosa, Anna asintió y, tras soltar un suave suspiro, la joven encendió la radio, donde, casualmente, sonaba la canción “No me detengas ahora”, provocando que ambos compartieran una fugaz mirada antes de comenzar a cantar a todo pulmón.En ese momento, a la joven pareja no le importó llamar la atención de otros conductores, ni si quiera la de los lobos que preferían usar sus patas y corrían por una vía designada para ellos. Lo único que ambos deseaban, era disfrutar de la compañía del otro.Cuando finalmente llegaron al café, Dante aparcó en un espacio justo frente a la entrada, por lo que juntos, se apresuraron a entrar sólo para ser recibidos por Pía y Melba, quien parecía haber tenido una lucha con el harina de la cocina.―Ay, Dante, lo siento tanto ―exclamó Melba avergonzada ―Aún no hemos abierto y este lugar ha sido una completa locura ―― ¿A qué te refieres, Melba? ―preguntó Anna―Pues, entre los lobos que vienen a preguntar si abriremos pronto, entre los que vienen a dejar
―Vale, solo bromeaba, amargado ―gruñó Lysander entre dientes ― ¡Hey! Félix, Gio, miren esto ―dijo al mismo tiempo que tomaba un vestido y se lo colocaba por encima ― ¿No soy sexy? ―preguntó con tono coqueto, provocando que todos los chicos estallaran en carcajadas al igual que unos clientes y algunas vendedoras―Gracias a la Diosa Pía no está aquí ―murmuró Dante avergonzado―Eh, toma esto, Lys ―dijo Will lanzándole unas gafas de sol muy femeninas―Oh, joven alfa, no te hubieras molestado―dijo Lysander con la voz aguda― ¿Qué está haciendo Lys? ―le preguntó Anna a Dante tras salir del vestidor acompañada de Sophie―No preguntes… ―gruñó Dante, quien, fastidiado, pasó su mano por su cabello ― ¿Viste tu vestido, cariño? ――En realidad, no, Andy dijo que quería sorprenderme para agradecerme por haber puesto en su lugar a Judith y a sus amigas ――Entonces, ¿realmente arreglará tu vestido? ――En realidad, me hará uno nuevo ―dijo Anna riendo al ver como Lysander modelaba un nuevo vestido― ¿Q
Entusiasmados, todos aceptaron la idea de William, por lo que, aprovechando que todos habían ido al centro comercial con el mismo fin, encontrar algo de ropa adecuada para el juicio, el grupo comenzó a vagar por aquella tienda.― ¿Tú no buscarás nada? ―le preguntó Dante a Anna, quien había optado por refugiarse entre sus brazos―No, recuerda que ya tengo mi vestido para la presentación de la familia real, y en cuanto a lo que usaré en el juicio, bueno… ―Sin decir nada, ambos dirigieron sus miradas hacia el área de mujeres, dónde Sandrine y Elizabeth, discutían que combinaba mejor con el pantalón sastre blanco que ambas ya habían elegido.―Parece que no tengo voz ni voto en eso ―dijo riendo―Siendo así, entonces ayúdame, después de todo, lo que dije de mi hermana es verdad ―suspiró Dante exasperado―Espera ―susurró Anna, quien examinaba atentamente el atuendo de su compañero ― ¡Compraste ropa nueva! ¡Incluso zapatos! ――Pues claro, quería lucir bien para nuestra primer cita oficial ―d
― ¿Y cómo esperas que se trate a una impostora? ―preguntó Elizabeth, quien comenzó a jugar con la peluca en sus manos―Por favor, ten algo de dignidad ―gruñó Amelia―Tu actuación ha llegado a su fin ―dijo Gabrielle ―Tienes ante ti al antiguo mayor de las fuerzas imperiales, Ragnar Alexiou ――Sin mencionar al futuro gran beta, Nero Fotia ―dijo Alice cruzándose de brazos―Y si aún así no nos crees, agreguemos un extra ―dijo Keren saliendo del vestidor con la modista que había estado trabajando en el vestido de Judith ―La encargada de la tienda, ha trabajado cinco años en el palacio de Interlunio, cualquiera de los aquí presentes la conoce ―Ante las palabras de Keren, Sophie se acercó a ellas y realizó una profunda reverencia antes de dirigirle una mirada llena de desprecio a Judith.―Usted no es mi princesa ―gruñó la loba ―Mi princesa y la hija del príncipe Alastor, es ella, Anna Nicolaou, nieta de su majestad, Máximus Nicolaou ―dijo con seguridad, provocando que todos los espectadores