119. YO TE ELIJO
NARRADORA
Cassidy señaló con la cabeza a un lado, sonriendo; pero su risa se hizo más fuerte al ser cargada por su Beta fortachón.
La carcajada feliz de Cassidy resonó en el jardín mientras Harris le daba vueltas.
Enredó sus piernas en la estrecha cintura masculina y los brazos en su cuello.
Las flores, aún bien sujetas por su dueña a pesar del “despeluce” que traían de tanto zarandeo.
Cassidy se inclinó y lo besó apasionadamente, intercambiando su alma y todos sus sentimientos.
Demostrando que un vínculo químico solo era eso si no había amor involucrado.
Que su amor había superado las barreras e incluso los designios de la Diosa.
—Mi tonto mate, ya te ibas a rendir, hombre de poca fe, no confiaste en mí… —con jadeos excitados susurró contra su boca.
—Nena, joder… lo siento, Cass, yo… —Harris no hallaba cómo disculparse.
En el fondo, de verdad poseía demasiadas dudas.
—Sshh… —un dedo se posó en sus finos labios balbuceantes y Cassidy lo consoló.
—Todo fue mi culpa, por hacerte sentir