CAPÍTULO 160 — Costuras de rencor
Lejos de los flashes y el glamour, en el corazón del atelier de Fuentes Moda, el ambiente no era de fiesta, sino de guerra fría.
Isabella se movía entre los percheros con la precisión de un cirujano. Llevaba un vestido negro funcional, mangas arremangadas y un alfiletero en la muñeca. Su rostro, aunque perfectamente maquillado para disimular las ojeras de las noches de insomnio y los malestares matutinos que últimamente la acechaban, mostraba una concentración férrea.
Había tomado una decisión: no asistiría a la gala de presentación del reality show.
La excusa oficial era que tenía demasiado trabajo supervisando los detalles técnicos del desfile en vivo que ocurriría dentro del programa. La verdad, esa que le quemaba la garganta, era mucho más simple y dolorosa: no tenía el estómago ni el corazón para ver a Gabriel llegar del brazo de Bárbara Greco. No quería ser la exesposa digna que sonríe desde la sombra mientras la amante ocupa el lugar bajo los r