CAPÍTULO 156 — La promesa del mañana
Era un día de celebración. El baby shower de su primogénito.
Valentino, con las mangas de su camisa de lino arremangadas hasta los codos, terminaba de ajustar una guirnalda de luces que cruzaría la pista de baile improvisada en la terraza. Se detuvo un momento para secarse el sudor de la frente, observando su obra con satisfacción. Todo tenía que ser perfecto. No solo porque amaba a Camila con una intensidad que a veces le asustaba, sino porque sentía que, en medio del caos que envolvía a sus amigos y familiares, su hogar debía ser un refugio de paz y esperanza.
Camila salió de la casa cargando una bandeja con los recuerdos para los invitados: pequeñas velas artesanales con aroma a lavanda. Caminaba con esa lentitud propia de las últimas semanas de embarazo, con una mano siempre descansando sobre su vientre prominente, como protegiendo el tesoro que llevaba dentro.
— Te ves hermosa —le dijo Valentino, bajando de la escalera de mano y yendo a su enc