10. "La sombra en la penumbra"
Más tarde, llegaron a la casa de Elian. Él le indicó que pasara y que lo esperara un momento en la sala. Soledad se sentó, explorando con la mirada los detalles del lugar... hasta que la puerta se abrió.
Y Jenny apareció.
Soledad no lo podía creer.
¿Otra vez esta? ¿Y ahora qué? ¿Van a cog…? pensó con fastidio.
La otra chica la miró con la misma cara de desprecio que ella no dudó en devolverle.
—¿Tú otra vez por aquí? Ah, claro, la jefecita ciega de mi novio —dijo Jenny con una sonrisa venenosa.
Soledad no respondió. Solo la observó en silencio, como una gata agazapada.
Jenny se acercó disimuladamente, mientras el perfume empalagoso que usaba le revolvía el estómago a Soledad.
—Escúchame bien, bastarda… si te atreves a ponerle los ojos encima a Elian, te arranco los tuyos —le susurró con tono afilado, justo cuando Elian se aproximaba.
Sol ni se inmutó. La amenaza le resbaló.
—No tienes ni idea de quién soy… ni de lo que puedo hacer —añadió Jenny, con cara de matona—. ¿E