Amélie Jussieu es la chica más popular de la preparatoria, típico. Es la capitana de las porristas, típico. Su novio es el capitán del equipo de fútbol, típico. Su mejor amiga es su compañera en el equipo de porristas, típico. Sus padres son ricos, típico. Tiene la típica vida perfecta de la chica popular. Pero los típicos se acaban cuando su nueva profesora de historia decide cambiar los asientos y colocar a Amélie junto a Lucas Aleggre, un chico nerd y asocial. Al principio le molesta pero después empieza a crear una relación con él. Todo esto desata una marea de fiestas, traiciones, risas, llanto, arte, odio y sueños pero principalmente amor, mucho amor. Disfruta leyendo esta increíble historia donde te darás cuenta que los estereotipos se rompen y que Amélie y Lucas son mucho más que sólo "La Princesa y El Nerd".
Leer másMiro mi reloj mientras me acerco al espejo de cuerpo entero, 7:35 am.
Abro la lista en mi celular.
Observo mi cabello rubio y largo planchado perfectamente y cayendo sobre mis hombros.
1) Cabello perfecto: Listo.
Veo mi sencillo maquillaje para el día. No me maquillo mucho, tampoco es que lo necesite.
2) Maquillaje perfecto: Listo.
Veo mi falda azul acampanada y mi blusa blanca.
3) Ropa perfecta: Lista.
Miro mi bolso Channel.
4) Bolso de diseñador: Listo.
Y por último mis zapatos también de diseñador, obviamente.
5) Zapatos de diseñador que hagan juego con el bolso: Listo.
Marco todo lo de mi lista cuando veo que estoy perfecta para mi primer día en mi último año en preparatoria.
Salgo de mi habitación y bajo a la cocina donde está Rosa, la del servicio.
— Buenos días, Amélie — me saluda Rosa.
— Buenos días, Rosa.
Rosa es como una tía para mí ya que lleva trabajando más de diez años para nosotros.
— ¿Quieres unos waffles para desayunar? — me ofrece mostrándome un plato lleno de waffles con chocolate.
— No gracias, sabes que estoy en dieta. — digo tocándome el abdomen.
Tomo una pera y un jugo de naranja y me dirijo al estacionamiento.
Sé que mis padres no están porque salen a trabajar a las 7:00 am y regresan muy tarde en la noche.
Mi papá es un abogado muy prestigioso aquí en París lo cual hace que gane mucho dinero y mi madre es su asistente personal desde hace más de veinte años lo que explica su gran historia de amor. El jefe y la asistente, un clásico.
Entro al Mercedes Benz donde ya está Phillip, nuestro chofer.
— Buenos días, Amélie.
— Buenos días, Phillip. Llévame al Instituto, por favor.
Él asiente con la cabeza antes de arrancar.
***
Apenas salgo del auto siento las miradas sobre mí, pero vamos, soy la chica más popular, ya estoy acostumbrada a que los demás me miren.
Camino hacia mi casillero para dejar mis libros cuando veo a Chloe, mi mejor amiga, acercarse a mí.
— ¡Amélie, llegaste! ¡Te ves increíble, como siempre! — dice llegando a mí mientras me da un gran abrazo.
Chloe y yo hemos sido mejores amigas desde que éramos niñas ya que su padre y mi padre trabajan juntos como abogados.
— Gracias Chloe, tú también te ves bien.
— ¡Oh gracias! Estuve arreglándome por dos horas — dice meneando su rubio cabello.
Por lo lejos veo a Nathan de espalda a mí hablando con los chicos del equipo de fútbol así que luego de dejar todos mis libros me acerco a él desde atrás y cubro sus ojos con mis manos.
— ¿Quién soy? — le susurro al oído tratando de hacer una voz de hombre.
— Pues no eres ninguno de los chicos porque ellos no son de susurrarme al oído.
— ¿Quién soy? — repetí pero ahora haciendo una voz chillona.
— ¿Chloe? ¿Amélie?
Me extrañó que dijera primero el nombre de Chloe pero de todos modos le destapé los ojos al oír mi nombre.
— ¡Si! — le digo y le doy un abrazo y un largo beso en los labios — Hola, amor.
— Hola, linda. Te extrañé — me dice entrelazando nuestros dedos.
Nathan y yo hemos sido novios desde el segundo año de secundaria y realmente somos la pareja perfecta, literal, así nos llaman "la pareja perfecta", porque él es el capitán del equipo de fútbol y yo soy líder de las porristas y la chica más popular del instituto.
— Yo igual, aunque nos vimos el vie...
— Hey tórtolos, todavía estamos aquí — me interrumpe Adam, mi mejor amigo y el de Nathan.
— Ups, lo siento, chicos — les respondo
Justo en ese momento suena la campana indicándonos que ya es hora de entrar a nuestros salones de clase. Chloe se me acerca y me tiende una hoja.
— Tu horario — dice y mira a Nathan — Hola, Nathan.
— Hola, Chloe, ¿qué nos toca?
— Historia.
— Vamos.
Camino de la mano con Nathan a mi izquierda, con Chloe a mi derecha y Adam a su lado.
Definitivamente mi vida es perfecta.
Entramos a historia y nos sentamos en nuestros puestos de siempre. Nathan y yo juntos en el centro y Chloe con Adam en los puestos del frente, cuando entra una chica que no podría tener más de 25 años y se detiene frente al pizarrón donde comienza a escribir su nombre.
— Buenos días, chicos, mi nombre es Lauren Lassarre y soy su nueva profesora de historia.
Me sorprende lo joven que se ve esta profesora, hasta la podría confundir con una estudiante. Puede que no tenga mucha experiencia.
— Ya les tengo su primer proyecto. Estuve preguntando como son cada uno y cual es su rendimiento académico. Puedo ver como cada uno de ustedes eligió su propio lugar, pero en mi clase ya no va a ser así. Acá tengo una lista con los puestos y los compañeros que le he asignado a cada uno y será su lugar fijo por el resto del año. — dijo mostrándonos un papel. En el momento todos empezamos a quejarnos. — ¡Silencio! Como a cada uno le puse un compañero diferente quiero que para el final de este año escolar cada uno me entregue un ensayo donde explique que fue lo que aprendieron del otro y como cambiaron al socializar con diferentes personas.
— Pero esto no tiene nada que ver con la historia — le dijo Adam.
— Lo sé, pero quiero que se conozcan más y que convivan más entre ustedes. Además yo soy la profesora aquí y tienen que hacerlo porque será el 25% de su nota final.
Cuando la señorita Lassarre termina de hablar levanto la mano pidiendo la palabra.
— Dígame, señorita...
— Amélie — le indico — Disculpe, señorita Lassarre, pero supongo que puede hacer una excepción conmigo, o sea soy Amélie Jussieu, soy como una princesa aquí, no puedo andar con... cualquiera.
— Discúlpeme a mí, señorita Jussieu pero usted no es ni más ni menos que nadie aquí así que no quiero quejas sobre la persona que le toque, ni de usted ni de nadie ¿Entendido?
Se escucha un desanimado "si, señorita" de parte de todos.
— Es ridículo — le digo a Nathan.
— Completamente.
Luego de eso la profesora de historia comienza a decir los nombres de la lista y todos comenzaron a cambiarse de lugar. Vi como cambiaron a Chloe y la pusieron con una rockera, cuando cambiaron a Adam y lo pusieron con una chica tan tímida que seguro le da miedo mirarse en el espejo y cuando cambiaron a Nathan para que se sentará junto a un chico emo.
— Amélie Jussieu con Lucas Aleggre, al fondo.
Lucas Aleggre, me sonaba familiar.
Miré hacia atrás y vi al chico nerd. Era el que tenía mejores calificaciones en el instituto, siempre se sentaba en el fondo, usaba un gorro de lana, unos anteojos negros y nunca hablaba con nadie, siempre nos miraba a todos con indiferencia y a veces con odio. Una vez se corrió el rumor en todo el Instituto de que era un asesino y que nos quería matar a todos. Según que tenía fotos de cada uno de los estudiantes en su habitación con tachaduras rojas marcando quién sería su siguiente objetivo.
Por supuesto que no.
— ¡Pero...! — iba a protestar pero la profesora me interrumpió.
— Sin peros, esto es parte de su calificación y viendo sus notas en los años anteriores usted va muy mal en historia.
Me levanto de mi asiento refunfuñando insultos a la profesora y camino hacia el fondo.
— Suerte con la rockera — le digo a Chloe cuando paso junto a ella.
— Suerte con el nerd.
Tomo mi bolso y lo tiro en la mesa junto a Lucas mientras me siento, él sólo me da una mala mirada, se pone sus audífonos y me ignora por completo.
Idiota.
No creo poder aguantar todo un año junto a Lucas Aleggre.
— ¡Amélie! ¡Despierta!Me removí y me tapé la cara con una de las almohadas.— ¡Hey, princesa! ¡Levántate!Abrí los ojos y me topé con unos ojos verdes.Me levanté sobresaltada y me senté en la cama.— ¡Oh no! ¿Me quedé dormida? ¿Qué día es? ¿Qué hora es? ¿Dónde estoy? — pregunté todo rápidamente.— Si, te quedaste dormida. Hoy es lunes. Son las tres de la tarde y estás en mi habitación, en mi cama.— ¿Cuánto tiempo dormí?— Veinte minutos — sonrió — Ahora vente que ya está lista la comida.Lo seguí. Bajamos las escaleras y nos dirigimos a un pequeño comedor.En la mesa estaban sentadas la mamá de Lucas y Alice su hermana menor. Lucas se sentó y ellas giraron a vernos.— Oh, ¿en serio eres tú? — Alice estaba sorprendida — Déjame decirte que me caíste súper bien en la academia.— Si, soy yo y gracias, tú también me caíste muy bien — le sonreí.—- Oh Amélie, siéntate por favor — me pidió Mary.Me senté junto a Lucas.— Señora Mary, puedo comer en mi casa así no le causo ninguna molestia.
Estoy conduciendo con Lucas abrazado a mi espalda.Esto es...raro.Cuando llegamos a mi casa pasamos por seguridad y el enorme portón de la entrada nos bajamos y nos quitamos los cascos.Tenía tiempo sin conducir y lo hice muy bien.— Conduces horrible — dijo Lucas — Pensé que íbamos a morir atropellados.— Claro que no - me quejé - Mas bien te salvé de morir golpeado por Nathan.— Creo que prefiero morir golpeado que atropellado en un accidente por tu culpa — se burla.— Ja ja — me reí sarcásticamente — Ahora ven que tu cara se ve horrible con toda esa sangre.Abrí la puerta de la casa y entramos en la sala.— ¡Rosa! — grité — ¡Ya llegué!— Oh, qué bueno, ¿por qué llegaste tan...? ¡Oh Dios! ¡¿Qué te pasó?! — Rosa exclamó horrorizada cuando vio las heridas de Lucas.— Cálmate, Rosa. Necesito que me traigas el botiquín de primeros auxilios.— No espera, pero ¿qué pasó?— Eso no es importante, tráeme el botiquín rápido, por favor.— Ya vengo.— ¿Puedo sentarme? — me preguntó Lucas.— Cla
LUCAS POV.Tomo el mentón de Amélie haciendo lo posible para que no giré su cabeza hacia aquella mesa.- Tienes pecas igual que yo - le digo.Ya yo había notado todos esos detalles sobre sus ojos y pecas pero necesitaba decirle algo para que no volteara.- Tú tienes más. Ahora suéltame... - trató de zafarse de mí- No, mírame a mí.- ¿Pero qué pasa? - preguntó enojada.Quita mi mano de un golpe y voltea.Amélie se queda varios segundos viendo aquella escena.Viendo como su mejor amiga se besa con su novio o mejor dicho su antigua mejor amiga y su ex novio.Desearía que no hubiera visto aquello. No después de sus ojos.Sus ojos tenían tanto dolor que yo me sentí triste también, me sentí tan dolido como ella, tan destrozado como ella.Sus ojos siempre me transmitían todo lo que Amélie sentía, la alegría, la emoción, pero ahora me transmitían dolor.Vi como algunas lágrimas escapaban de sus ojos y traté de acercarme para limpiarlas pero ella se levantó tan bruscamente que derramó mi jugo
Cuando llegué a mi casa ya eran casi las 7:00 pm, era domingos así que sólo tenía pensado dormir.- ¡Rosa! ¡Ya llegué! - grité al abrir la puerta.Rosa salió de la cocina y se acercó a mí.- Oh, qué bueno que llegaste, preparé unos bagels buenísimos.- Sabes que no puedo comer nada con carbohidratos.- Y tú sabes que estás muy delgada, demasiado diría yo - me dice preocupada mientras mira mi abdomen.- Mamá no me deja comer mucho y yo estoy bien.Le sonrío tratando de mostrarle que si estaba bien.- ¿De verdad estás bien? Veo que no estás tan feliz, me preocupo por...- Estoy bien ¿si? ¡Estoy súper bien! No sé porque todos quieren saber cómo estoy si estoy estupenda - le dije o más bien grité agobiada.Rosa baja su mirada, al instante me siento mal por haberle hablado así y pienso en cómo trate a Lucas.- Me alegro que estés bien. Sólo quería informarte que tus padres se adelantaron y llegan mañana.- ¿Pero no llegaban el sábado?- Tú madre no me quiso explicar - fue lo único que dijo
Apenas abrí mis ojos sentí como si alguien estuviera martillando mi cabeza por el horrible dolor que sentía. Resaca. Traté de estirarme en mi cama ya que estaba en una posición incómoda pero algo duro no me dejó hacerlo. Mi brazo izquierdo estaba en el rostro de Adele, mi codo derecho en el abdomen de Lucas y mi pie en el trasero de Adam. Ups. Me levanté de la cama con cuidado de no pisar a ninguno y caminé a mi escritorio donde habían unas aspirinas, me tomé unas y caminé a la cama. Me dolía todo el cuerpo por la incómoda posición en la cual había dormido, no entendía como habíamos terminado todos en mi cama. Lo último que recordaba era a Adam buscando más alcohol para seguir bebiendo y jugando. - Chicos - los llamé - ¡Chicos! Ni se movieron. Tomé unas de mis almo
- ¿Qué pasó, Amélie? ¿La conseguiste? - Me preguntó Lucas el cual caminó hacia mí y asomó su cabeza por la puerta de la habitación - Oh, ya veo que sí.Los ojos se me llenaron de lágrimas pero no quería que ni Nathan, ni Chloe vieran mis lágrimas caer por ellos.Así que corrí a mi habitación tomé las llaves de la pequeña cartera que tenía conmigo y abrí la puerta con manos temblorosas.Las lágrimas nublaron mi vista me tambaleé e hice que algo se cayera al suelo partiéndose en pedazos, pero no me importó me desplomé en el suelo sintiendo trozos de lo que sea que haya roto incrustándose en mis rodillas.Pero no me importó.
Último capítulo