El viento costero de Grayhaven golpeaba las ventanas del pequeño apartamento donde Allyson Drake revisaba notas y fotografías, tratando de dar sentido a un rompecabezas que parecía incompleto. El timbre de su teléfono rompió el silencio. Era Matthews. Su tono era firme, pero no urgente, como si no quisiera alarmarla demasiado.
—Drake, acaban de encontrar un cuerpo. Un hombre, cuarenta y tantos, vinculado indirectamente a la Fundación Halcón Gris. La policía local lo maneja como un ahogamiento accidental… pero no estamos seguros.
Allyson dejó el bolígrafo sobre la mesa.
—¿Vinculado cómo?
—Hace dos meses trabajó como contratista para uno de los eventos benéficos de la Fundación. No hay mucho más… excepto por un dato que vas a querer escuchar: alguien lo vio hablando con Ethan Voos hace menos de una semana.
Un silencio denso flotó entre ambos.
—Entiendo —respondió Allyson, sabiendo que cualquier gesto de sorpresa podría darle más peso de la cuenta al asunto—. ¿Qué quiere que haga?
—Nad