Allyson Drake regresó a su apartamento después de la visita a la morgue, pero no podía descansar. En su mesa tenía un mar de apuntes, nombres y líneas que se cruzaban como un mapa incompleto. Encendió la lámpara y se quedó observando un punto fijo en la pared. No había forma de ignorar lo que había visto: el muerto tenía relación con la Fundación, y alguien lo había visto hablando con Ethan Voos.
Encendió su celular y marcó. Matthews contestó de inmediato.
—¿Qué encontraste? —su voz era grave.
—El corte en la cabeza no encaja con un accidente. Y escuché a uno de los técnicos mencionar que el hombre estuvo en el puerto con Voos. Eso no puede ser casualidad.
Matthews no respondió enseguida. Solo respiró hondo, como si midiera cada palabra.
—Escucha, Drake. No descartes nada. Pero no me gusta hacia dónde apunta esto. Si Voos está implicado, significa que no estamos lidiando solo con un simple asesino en serie. Podría ser algo más grande.
Allyson apretó el celular contra el oí