8. Planes y estrategias
Elara se mantiene en silencio, su mente aún atrapada en la historia que el rey Aleron le ha relatado. Cada palabra, cada detalle se graba en su memoria como fuego ardiendo en su piel. Quiere negar la verdad de lo que ha escuchado, deshacerse de la inquietante posibilidad de que todo sea real. Pero el reflejo en el lago la noche anterior la persigue: sus propios ojos brillando con un resplandor blanco, la luz de la Superluna revelándose en su interior.
Eso solo puede significar una cosa: su hermana también debió pasar por lo mismo. Alice está cerca de regresar.
Levanta la vista y encuentra a los cuatro hombres frente a ella, los SuperAlfas que, según la historia, nacieron con unos ojos ámbar brillantes. Esos mismos ojos que aún la atormentan en sus recuerdos, los mismos que vio la pasada noche en que su madre murió. Su pecho se aprieta con una furia latente. Uno de ellos… uno de estos hombres es el asesino de su madre.
Aprieta la mandíbula, sintiendo la tensión recorrer su cuerpo. Su mi