AURORA

—Entonces, solo tenemos un par de meses para terminar de prepararnos. Eso nos dijo el Rey. Luego de eso, hará "limpieza"; esas fueron sus palabras.

Los sentí dándome miradas furtivas, pero eso era todo. Yo solo seguía recogiendo leña para la fogata, como todos los días.

Estar rodeada del bosque y los rayos del sol que bajan entre las hojas era mejor que quedarme allá y sentir su indiferencia.

Claro que esa palabra "limpieza" estaba disfrazada. Ya Lessan me había dicho lo que Kayne haría, no muy diferente a lo que hizo de último.

—Oye, Aurora, ¿acaso es una competencia de quién agarra más madera hoy?

—No, pero ya conoces al entrenador. Si no recojo lo mismo que ustedes, va a salir con algún comentario sobre mi resistencia mientras me follan.

Sonreí al escuchar las carcajadas de los chicos, pero ellos saben que no miento. El entrenador del demonio tiene algún fetiche raro con los entrenamientos y el sexo.

—Una competencia de aquí a la cascada. Aurora, tienes unos minutos